Mariana Flores Melo - Sintra, la preciosa villa portuguesa con cuatro palacios y un castillo cercana a Lisboa

Sintra. Pequeña, pero espectacularmente bella y completa. Desde edificios clásicos que nos recuerdan la importancia histórica de este pueblo portugués a otros llenos de color y fantasía.

Sintra encabeza la lista de las clásicas excursiones desde Lisboa, pero para hacer justicia a este encantador lugar, la visita debería prolongarse y no reducirla a unas pocas horas que nos obligan a elegir qué ver o hacerlo corriendo y con prisas.

Enclavado en un parque natural

Para empezar, debemos destacar la ubicación de Sintra, enclavado en un parque natural. Un espacio verde entre la capital portuguesa y algunas de las localidades costeras más conocidas, como la animada Cascáis. Entre su frondoso bosque encontramos este coqueto pueblo y, a su alrededor, cuatro impresionantes palacios y un castillo. ¡Casi nada!

El Palacio da Pena... donde no cabe la tristeza

El monumento más conocido de Sintra es, con diferencia, el Palacio da Pena. A pesar de lo que su nombre nos transmite a los españoles, en este edificio no hay cabida para la tristeza. Se trata de un “falso amigo”, ya que su traducción sería Palacio de la Peña. Y es precisamente en la parte más alta de Sintra donde el derroche de color y fantasía alcanza su punto máximo.

Su torre amarilla, fachadas granates y detalles azules y morados destacan desde la lejanía. Una vez dentro, es su acumulación de estilos arquitectónicos, que se mueven entre el neomanuelino, neogótico y neoárabe, lo que convierte en este palacio en algo único.

Los amantes de la fotografía pueden enloquecer con la cantidad de rincones originales que se suceden durante la visita. Detalles enclavados en la piedra y contrastes de colores más unas preciosas vistas serán el fondo perfecto.

En el interior se intentó respetar la decoración de comienzos del siglo XX, demostrando una vez más que es un palacio con una gran personalidad y un estilo muy especial.

Quinta da Regaleira: encantadores y misteriosos

No es tan conocido como el Palacio da Pena, pero sí el favorito de todo el que lo visita. La Quinta da Regaleira acoge un precioso palacete y unos encantadores jardines, todo aliñado con un buen puñado de misterios y leyendas con los masones y los templarios como protagonistas. En definitiva, todos los ingredientes para una visita interesantísima.

Y no es solo un reclamo para atraer turistas. El terreno fue adquirido por un aristócrata portugués, reconocido miembro masón, que se implicó en la construcción y decoración de cada detalle de este palacio por lo que se pueden encontrar elementos relacionados con sus aficiones como la astrología, al esoterismo y a las ciencias ocultas.

El punto más destacado es el pozo iniciático con una escalera en forma de caracol que fue utilizada por mismos masones.

Además de este pozo tan especial, el arquitecto, Luigi Manini diseñó un pequeño lago, un invernadero, varios torreones y algunas cuevas y pasadizos secretos que hoy son una de las grandes atracciones durante la visita.

El Palacio Nacional de Sintra o Palácio da Vila

El Palacio Nacional de Sintra está situado en el centro del pueblo. Y, aunque su fachada no es tan estrambótica como los dos anteriores, también es fácilmente reconocible gracias a sus chimeneas blancas de forma cónica.

Se trata del palacio más antiguo de la ciudad, siendo uno de los pocos ejemplos de arquitectura medieval que se conservan en país. Por eso, es uno de los más queridos por los locales.

El que sí fuese hogar de reyes, cuenta con una cuidada decoración, motivo por el que merece mucho la pena visitar su interior. Paseando por sus estancias podemos repasar la historia de Portugal a través de los elementos que fueron añadiendo los diferentes habitantes del palacio.

Por su puesto, un lugar especial está reservado para los clásicos azulejos, emblema del país.

Palacio de Monserrate, otra joya

Tras una larga restauración, este palacio volvió a abrir sus puertas, convirtiéndose en una joya más que añadir a la lista de palacios en Sintra. La competencia que tiene a su alrededor es muy dura, quizá este es el motivo por el que es el menos conocido.

El edificio, con una decoración que recuerda a los grandes palacios árabes, derrocha romanticismo y buen gusto. Los jardines que lo rodean añaden un extra a su encantador entorno. De hecho, se trata de un jardín botánico en toda regla, donde conviven más de 3.000 especies de plantas exóticas.

Y el Castelo dos Mouros

Después de cuatro palacios toca el turno del Castelo dos Mouros. Al contrario del gran estado de conservación de sus vecinos, de este castillo solo quedan unas pocas ruinas.

Se trata de un castillo árabe construido durante el siglo VIII, lo que pone de relieve la importancia que ha tenido siempre la ciudad de Sintra.

Su muralla es el mayor legado que nos ha quedado, pero su punto fuerte es las vistas del pueblo y de los palacios vecinos. Su ubicación, entre el frondoso bosque, anima a olvidarnos de las cuestas y perdernos entre los alrededores.

Una buena idea es bajar desde el Palacio da Pena andando y seguir por el sendero que llega hasta el pueblo. Siembre hacía abajo y rodeados de vegetación.

Consejo: reservar entradas y planificar las visitas

Sintra es uno de los destinos más visitados de Portugal, por lo que en temporada alta suele presentar una alta afluencia de gente. Para evitar pasos en falso, lo mejor es reservar las entradas y planificar las visitas.

Aquí una web que te puede ayudar mucho: https://ift.tt/OC7udEz

Para no ir con la lengua fuera y dedicarle a cada palacio su tiempo, es muy aconsejable pasar allí una noche. Sintra cuenta con una maravillosa oferta hotelera, con pequeños establecimientos repartidos entre sus bosques en lo que sentirse como los nobles que en su día se enamoraron de la zona y fijaron allí su residencia.

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