Mariana Flores Melo - Las impresionantes fortificaciones de la Guerra Civil abandonadas que puedes visitar
Las huellas de la arquitectura bélica que se desarrolló durante la Guerra Civil española aún están presentes en muchos rincones del país. En ese cruento periodo de la historia, se construyeron búnkeres, trincheras y todo tipo de edificaciones de defensa. A día de hoy, algunos de estos lugares aún pueden visitarse, como es el caso de la Batería de Castillitos, una imponente fortificación de soporte de artillería situada en Murcia.
Un intrincado complejo militar
La batería militar de Castillitos empezó a construirse en 1933, dentro del Plan de Defensa de Primo de Rivera, pero no se terminó hasta ya iniciada la Guerra Civil en 1936, durante la cual jugó un papel vital. Concretamente, la fortificación está ubicada en cabo Tiñoso, en la costa del municipio de Cartagena enmarcada en un paisaje de altos acantilados.
Este lugar no fue elegido en vano, ya que, al encontrarse a 257 metros de altura, permite dominar todos sus alrededores, así como la bahía de Cartagena. Es por eso que aquí se colocaron dos cañones con una potencia suficiente para disparar un proyectil de casi una tonelada a 35 kilómetros de distancia. Además, para llegar hasta la fortificación, también se construyó una nueva carretera de 9 kilómetros.
En total, la batería está formada por cinco partes diferenciadas. La primera es el pórtico de entrada a los fosos, construido con un estilo que imita a un castillo medieval con pequeñas torres y arcos de medio punto. Por otro lado, están los túneles y estancias de esos fosos, como la sala de máquinas, el depósito de pólvora o el almacén de repuestos; los talleres generales, que imitan un estilo neoclásico, y los puestos de mando y observación, ocultos en el entorno rocoso. Por último, encontramos ciertos edificios para el alojamiento y los servicios de las personas que trabajaban en el lugar, como la cocina, el comedor o algunas instalaciones deportivas.
Del abandono a la restauración
Ya iniciada la Guerra Civil el 25 de abril de 1937, los buques militares Canarias, Cervera y Baleares, del bando sublevado, se acercaron hasta la zona y, tras un breve intercambio de disparos, se alejaron de nuevo ante la superioridad armamentística de la batería. Una vez acabado el conflicto bélico, permaneció activa hasta 1994, cuando finalmente quedó abandonada.
Tras años de deterioro, el Ministerio de Medio Ambiente la restauró y, a día de hoy, es propiedad del Ministerio de Defensa, está declarada Bien de Interés Cultural y está abierta al público para ser visitada. Aunque no se puede acceder al interior, si se puede subir a sus torres y ver e incluso tocar los antiguos cañones muy bien conservados.
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