Mariana Flores Melo - Desde Orduña hasta Lekeitio: ruta en autocaravana por Vizcaya
Recorrer Vizcaya y sus hermosos paisajes supone toda una experiencia. Además, hacerlo a bordo de una autocaravana es una buenísima opción para movernos con libertad y a nuestro propio ritmo. De este modo, nos hacemos a la carretera y descubrimos los bellos rincones de la provincia vasca desde sus pueblos hasta sus playas y montañas.
Orduña
La localidad de Orduña combina historia, tradición y un bello paisaje natural. Fue fundada en 1229 y esa larga historia se refleja en su casco antiguo declarado Conjunto Histórico-Monumental, con la Plaza de los Fueros como centro neurálgico. Los amantes de la naturaleza también encontrarán su lugar en Orduña, y es que muy cerca encontramos el paraje de Sierra Sálvada y también el famoso Salto del Nervión. Podremos pernoctar en la población en un parking para autocaravanas gratuito con una estancia máxima de 72 horas.
Balmaseda
Balmaseda destaca, sobre todo, por su rico patrimonio cultural, que podemos apreciar en edificios como las iglesias de San Severino y San Juan, el convento de Santa Clara, los palacios de Urrutia y Horcasitas o el Puente Viejo. Por otro lado, al estar rodeado de naturaleza, es posible hacer gran variedad de actividades al aire libre, como una ruta de senderismo hasta la cumbre del Kolitza, a 879 metros de altura. Si queremos pasar la noche en Balmaseda, podremos hacerlo en un área para autocaravanas gratuita con una estancia máxima de 48 horas.
Bakio
Dentro de la comarca de Uribe Butrón, encontramos la localidad de Bakio, rodeada por ríos y montañas. Dentro de su patrimonio, destaca la Parroquia de Santa María de la Asunción y de Andra Mari, al igual que las ermitas de Santa Úrsula, San Cristóbal y Santa Catalina. Pero sin duda la joya de la corona es el islote de San Juan de Gaztelugatxe, muy cercano a Bakio. Para pernoctar en el lugar, hay habilitada un área para autocaravanas con una tarifa de 6 € al día en temporada baja y 15 € en la alta.
Lekeitio
El pueblo de Lekeitio aún conserva su tradicional esencia marinera. Durante los meses de verano, la villa se llena de vida gracias a su interesante agenda cultural y al atractivo de su playa. Este arenal nos sorprende gratamente cuando baja la marea y descubre ante nuestros ojos un sendero de piedra que conecta con la isla de San Nicolás. En el pueblo encontramos un área para autocaravanas donde dormir de forma gratuita.
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