Mariana Flores Melo - Todo empezó con un nabo: el verdadero origen de Halloween está en Irlanda

Con Halloween a la vuelta de la esquina, muchos creerán que el origen de esta festividad comenzó en Norteamérica con una calabaza, pero en realidad todo comenzó con un nabo. Y es que, si se siguen los pasos hasta los orígenes de Halloween, se llega al Ancestral Este de Irlanda, donde comenzó a celebrarse esta festividad hace más de 2.000 años bajo el nombre de “Samhain”, que en gaélico significa “final de verano”.

El origen etimológico de Halloween proviene de la expresión inglesa “The Hallowed Ones”, que en español significa “Los Santificados”, que hace referencia a la víspera de la fiesta de todos los santos. Es por ello por lo que el actual Halloween se presenta como una mezcla del tradicional “Samhain” irlandés y el Día de Todos los Santos.

Según el folclore irlandés, el “Samhain” (una celebración en torno a una hoguera y un banquete) marcaba el final del año celta y el comienzo del nuevo, por el cual los ancestros paganos consideraban que, durante la noche del 31 de octubre, los espíritus de los muertos volvían a visitar el mundo de los mortales. Para los celtas, el Samhain era el más importante de los festivales estacionales, y tenía lugar justo entre el equinoccio de otoño y el solsticio de invierno. Durante esos días, los druidas (sacerdotes celtas) hacían ofrendas a sus dioses para tener una buena cosecha y encendían hogueras comunales representando al Sol. Asimismo, se encendían fuegos en todos los hogares familiares que permanecían encendidos durante la recolección.

Posteriormente en la Edad Media se incorporaron otras costumbres como la talla de nabos o patatas (y posteriormente calabazas) y fueron los numerosos inmigrantes irlandeses los que extendieron estas tradiciones en Estados Unidos, donde esta celebración fue adaptada y acogida con gran éxito hasta perdurar en el tiempo.

Los celtas esperaban la llegada de sus ancestros desde el otro mundo y se disfrazaban de animales y monstruos para que los espíritus no intentaran apresarles y así ahuyentarles.

La tradición de encender hogueras comenzó en las colinas de Irlanda con clanes y comunidades reunidas que encendían enormes fuegos ceremoniales, siendo uno de los mayores festivales en la cima de Tlachtga, o la colina de Ward en el actual condado de Meath. Hoy en día, el área alrededor de la colina de Ward y la colina de Tara, siguen siendo uno de los epicentros de las tradiciones irlandesas de Halloween con su reconocido festival de Púca.

El tallado de las calabazas de Halloween es otra de las tradiciones más populares. Esta tradición también comenzó en Irlanda, donde se usaban originalmente nabos y patatas grandes, aunque posteriormente fueron los emigrantes irlandeses quienes llevaron esta tradición a América del Norte, donde la calabaza es abundante, convirtiéndola en uno de los símbolos más reconocibles de Halloween.

Incluso el origen del nombre por el que se conoce a las calabazas de Halloween (Jack O’Lantern) proviene del folclore irlandés. La leyenda cuenta que un hombre llamado Jack engañó al Diablo. Como castigo, Jack fue condenado a vagar en la tierra por toda la eternidad con un nabo con brasas en su interior para iluminar su camino.

Otra de las tradiciones más reconocidas a nivel mundial es el juego del “truco o trato”, también de origen irlandés. En este caso eran los niños pobres los que iban de puerta en puerta pidiendo limosna y comida. Cantaban o rezaban por las almas de los muertos y a cambio obtenían comida. En la mayoría de los casos se trataba de un pan relleno de pasas. Esta tradición se conocía con el nombre de “souling”.

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