Mariana Flores Melo - La isla inaccesible en la que se encarceló a Napoléon y que solo tiene un vuelo comercial
Para que veas la de vueltas que da la vida. Tras una vida llena de 'éxitos' donde combates durante tantos años y conquistas italianos territorios, lugares como Egipto, y zonas aledañas en Siria, los últimos años de tu vida los pasas exiliado en una alejada isla del océano Atlántico para complacer a la gente que te odia y queriendo lograr que el olvido se convierta en tu nombre.
Así fue lo que le pasó a Napoleón Bonaparte tras su derrota en la batalla de Waterloo en Bélgica, el 18 de junio de 1815 contra los británicos, cuando su vida se truncó produciéndole un giro inesperado que le desterraría a la isla de San Elena hasta su muerte el 5 de mayo de 1821.
Esta isla volcánica de aproximadamente unos 122 km2 cuenta en su interior con una relieve abrupto ubicada entre África y Sudamérica. Además de ser la cárcel de Napoleón, esta curiosa isla, le sumamos que es uno de los destinos a los que su acceso resulta bastante complicado. Tan solo un barco llamado 'RMS St Helena' conecta a los más de 4.000 habitantes de la isla con el resto del mundo. Este barco sustenta a los habitantes mediante el transporte cada tres semanas de vehículos, comida o pasajeros. Además, posee un clima tropical caracterizado por la gran influencia que tiene el mar.
Tras cinco años de obras y con un presupuesto de más de 280 millones de libras (unos más de 329 millones de euros) se construyó el primer aeropuerto de San Elena donde acogió su primer vuelo regular, el SA8131 de la compañía Airlink, procedente de Johanesburgo (Sudáfrica), después de una escala en Windhoek (Namibia) que aterrizó el pasado 2017, hace cuatro años.
Jonathan es una tortuga gigante nacida en 1832 que fue trasladada de Seychelles hasta la isla de Santa Elena. Con casi 200 años, según el Libro Guinness de los récords es la tortuga viva más longeva del mundo, como así también el animal terrestre vivo más longevo.
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