Mariana Flores Melo - Luarca o Ribadesella, algunos de los pueblos con más encanto en Asturias
La provincia de Asturias cuenta con algunos de los parajes naturales más bonitos del territorio nacional, pero no podemos olvidarnos, que además de sus grandes paisajes capaces de hacernos olvidar el tiempo, nos ofrece maravillosos pueblos con encanto que tampoco podemos dejar pasar. A continuación, os mostramos los cinco pueblos con más encanto de Asturias que si decides viajar al norte, no puedes dejar de visitar.
Esta villa blanca de la costa verde es uno de los lugares con más encanto que poder disfrutar en Asturias. Sus casas indianas te ofrecen un recorrido por las residencias de aquellos asturianos que emigraron a las Indias y regresaron con fortuna. Podrás admirar su cementerio, que sobre una colina, está considerado uno de los más bellos de España.
Su casco histórico es de una gran belleza y además cuenta con una larga playa en la que poder darse un buen baño. Sin olvidarnos, que esta localidad es conocida principalmente por el Descenso del Sella, la ruta en canoa a través del río del mismo nombre. Sin lugar a dudas, donde planes, no te faltarán.
Esta capital y villa marinera cuenta con un impresionante casco histórico donde su gastronomía, folclore, playas y montañas que miran a los Picos de Europa son capaces de enamorar a todos aquellos que visitan la localidad. El casino, la torre medieval, el paseo de San Pedro, la playa del Sablón, el palacio del Duque de Estrada, el faro, el puerto o los Cubos de la Memoria son algunos de lugares que no puedes dejar escapar tras tu visita.
Es uno de los pueblos marineros donde sus casas llenas de color se integran junto al mar a la perfección formando unas instantáneas de postal. Merece la pena visitar tranquilamente su casco urbano y disfrutar de sus miradores y su paseo marítimo. Cudillero rezuma mar y pesca por los cuatro costados, y aún conserva tradiciones tan singulares como la del curadillo, un manjar único.
La localidad pertenece al concejo del mismo nombre donde luce en un promontorio escalonado que desemboca en la ría del Eo, frontera natural entre Asturias y Galicia. Es único por sus ostras, ya que que frente a su costa, se cultiva este preciado molusco donde podrás experimentar el mundo de la acuicultura.
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