Mariana Flores Melo - El laberinto submarino de cuevas único en el mundo en el que se puede bucear
Cerca de la orilla del río Kungur, en Orda, Rusia, encontramos la entrada a una cueva de yeso situada bajo los Urales occidentales. Su nombre es la Cueva de Orda. Con un sistema de cuevas que ocupa 5,1 km de longitud y alrededor de 4,8 km bajo la superficie del agua, convierte a la Cueva de Orda es una de las cuevas más largas y la cueva subterránea de yeso más grande del mundo.
La gente local conoce la cueva desde hace siglos, pero la primera mención de la cueva se publicó en 1969 y en 1993, gracias a Igor Lavrov quien elaboró un mapa topográfico de la parte seca de la cueva done incluía los 300 metros de pasillos, pasajes y tres lagos submarinos que en ella se encontraban.
Pasado el tiempo, en marzo de 1994, el buceador de cuevas Viktor Komarov realizó la primera exploración submarina buceando en un lago escondido dentro de la cueva descubrió un enorme túnel submarino, pero decidió guardar esta información para sí mismo.
Desde la primera inmersión se realizaron más y más expediciones aunque el lugar, al ser completamente virgen atraía a numerosos curiosos del lugar que que aún se encontraba en sus profundidades por descubrir siendo además completamente inadecuado para cualquier tipo de turismo o exploración.
Los primeros exploradores tuvieron que sumergirse en completa oscuridad y atravesar pasillos resbaladizos y rocosos con todo su equipo. Hoy, hablan de este tiempo con diversión y cariño. Después de todo, tienen la gran satisfacción de ser las primeras personas que visitan esas cuevas.
Eugeny Voidakov, quien fue la guía de los exploradores de 1999, es alguien que ha contribuido enormemente al descubrimiento de nuevas áreas de la cueva, encontró el vínculo entre los tres lagos submarinos y también trazó corredores recién descubiertos en el mapa. Los primeros buzos técnicos entrenados aparecieron en la Cueva de Orda en el año 2000. Hoy en día, es un destino extremadamente popular y perfectamente preparado para pequeños grupos de buceadores de cuevas.
Aquí podrás encontrar paisajes submarinos únicos e impresionantes donde presenciar enormes túneles blancos y grietas verticales en las rocas, ventanas en las paredes, arcos, jardines de rocas bajo el agua y otras formaciones inusuales.
Adentrarse en la cueva requiere de cierta delicadeza por parte de los buceadores ya que algunos de los pasajes son extremadamente estrechos, pero son secciones bastante cortas que brindan acceso a salas más grandes que harán que incluso el buceador más experimentado se sienta pequeño y perdido en la oscuridad. Los buceadores le han dado el nombre de ratonera a uno de esos pasajes más estrechos, ya que te da la sensación de estar aplastado por las rocas. En muchos lugares de la cueva, debajo del techo, puedes encontrar cámaras de aire.
La Cueva de Orda es la leyenda sobre el oro escondido en las rocas. A los lugareños no les gusta hablar de ello y lo tratan como un secreto muy bien guardado. Es cierto, que en ciertos lugares debajo del techo de la cueva se ven como una mancha amarilla brillante en la roca, pero desafortunadamente, no parecen ser de oro.
En varios lugares de la Cueva de la Orda hay cuartos secos en los que emerger y descansar sobre la roca. Cuando el nivel del agua en el río Kungur adyacente a la cueva de Orda es bajo, ocurre lo mismo en la cueva. Cuando esto sucede, las formaciones rocosas suspendidas del techo se vuelven pesadas, se desprenden y caen al fondo. Esto ocurre con mayor frecuencia en primavera y otoño.
También cuenta además con un mito sobre la Dama de la Cueva de Orda, de quien se dice vive en el interior de la cueva. La excampeona de buceo libre Natalia Avseenko hizo una sesión fotográfica en 2013 a 17 metros de profundidad y con temperaturas que alcanzaron hasta los -23º en superficie para ilustrar la leyenda de la Dama.
Puedes llegar en avión aterrizando en Perm, y luego, tardas aproximadamente unas 2 horas en llegar en coche hasta el pueblo de Orda. La entrada a la cueva se encuentra a unos 1,5 km al noroeste del pueblo, en una meseta entre dos ríos: Iren y Kungur (en forma de un agujero bastante grande en el acantilado desde el lado de Kungur).
A los no tan aventureros también tienen la opción de disfrutar del centro de la ciudad y pasear por sus calles donde encontrarán el Memorial a la Madre Afligida. Este monumento es muy popular entre los residentes locales ya que rinde homenaje a la memoria de los héroes que dieron sus vidas por el cielo pacífico sobre sus cabezas.
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