Mariana Flores Melo - Cinco castillos de Zamora con los que viajar en el tiempo

Situada en el extremo oeste de la Península, Zamora es una provincia muy desconocida. Algunos saben de su Semana Santa; otros de sus iglesias románicas o del Lago de Sanabria; pero pocos saben de sus cuatro espacios naturales protegidos o de su rico patrimonio histórico y artístico.

No es Zamora tierra de castillos; de muchos castillos. Son apenas 25 y la gran mayoría en mal estado; ruinosos muchos. Sin embargo, hay algunos que atesoran belleza y esa capacidad para trasladarnos en el tiempo y llevarnos a una película de la Edad Media.

El castillo ha tenido los más variados usos, desde cárcel hasta almacén de paja o gallinero. En la década de los años noventa del siglo XX, pasa a tener un uso decididamente cultural al instalarse en él definitivamente la biblioteca (1991), la Sala de Exposiciones y el Salón de Actos.

Desde 2006, la Torre de Homenaje, popularmente conocida como el Macho, es el Centro de Interpretación de las Fortificaciones, mientras que la Casa del Gobernador se convierte en 2007 en el Centro de Recepción de Visitantes.

El edificio parece datar de mediados del siglo XI, aunque de esta época quedan muy pocos restos. Se conserva el perímetro del castillo, rodeado de un foso que se halla casi íntegro. Los muros de mayor importancia, el patio de armas y la torre del homenaje también han llegado hasta nuestros días.

La ciudad de Zamora lo utilizó para albergar la Escuela de Arte y Superior de Diseño de Zamora, y hasta el 2007 albergó la Escuela Oficial de Idiomas. En 2009 acabó su recuperación y consolidación y el Castillo de Zamora pudo abrirse al público para su visita. Integrado en el recinto defensivo, y formando parte de su conjunto y de su estructura, se ha instalado el espacio expositivo Baltasar Lobo, Castillo Centro de Arte, dedicado a la obra del escultor zamorano.

La primitiva construcción data del siglo X, no obstante las numerosas reconstrucciones hacen notar que es una edificación más reciente. Se encuentra cerca de la ribera, ubicado en un alto, posee unas murallas defensivas flanqueadas por siete torreones y formó parte del conjunto de murallas que defendían y abarcaban a la ciudad.

El alcázar fue lugar de residencia de los Reyes Católicos. Tras el abandono que sufrió en el siglo XVI como residencia real, el castillo inició un lento declive. Fue declarado Monumento Histórico Artístico en 1931.

Sólo queda la torre de lo que fue el Castillo de la Mota, la inmensa y lujosa fortaleza de los Pimentel (la mayor parte fue destruida por las tropas francesas durante la Guerra de la Independencia). Fue uno de los más importantes y suntuosos alcázares de toda España. La extensión de sus jardines abarcaba gran parte del valle por el que pasa el río Órbigo que se extiende a sus pies. Aún se conservan multitud de fuentes y esculturas pertenecientes a este jardín, casi todas en manos privadas.

Desde 2006, la Torre de Homenaje, popularmente conocida como el Macho, es el Centro de Interpretación de las Fortificaciones, mientras que la Casa del Gobernador se convierte en 2007 en el Centro de Recepción de Visitantes.

Está erigido en una llanura de Zamora a corta distancia de la pequeña localidad de Villalonso a cuyo municipio pertenece. Formaba parte de la línea defensiva que comprendía también los castillos de Mota del Marqués, Torrelobatón y Tiedra.

De hecho, es del tipo de castillo-palacio reedificado en el siglo XV siguiendo las características de la escuela de Valladolid. Construido sobre una obra anterior que perteneció a los caballeros de la orden de Alcántara, sus paredes se levantan en piedra de sillería y las esquinas se rematan con cubos.



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