Mariana Flores Melo - De Almagro a Daimiel, estos son algunos de los pueblos con más encanto en Ciudad Real
Visitar Ciudad Real es tener la posibilidad de viajar al pasado y vivir los escenarios que Cervantes escribió en su conocido Don Quijote. Aunque son muchos los pueblos con encanto que podemos encontrar en este provincia, hemos hecho una pequeña selección para descubrir la belleza que se enclava en los pueblos de los campos de la Mancha, capaces de hacernos olvidar el tiempo y disfrutar de parajes apasionantes.
El entorno natural de Almagro se halla encajado entre pequeñas sierras paleozoicas con algunos recursos de agua de escaso flujo: arroyos Pellejero y de Cuetos. Es del mayor interés la presencia de una zona volcánica (cerro de la Yezosa).
Está integrado en la comarca de La Mancha situándose a 99 kilómetros de la capital provincial. Los paisajes de este lugar sirvieron de inspiración al gran Cervantes para escribir el Quijote. En la plaza Santa María podemos encontrar el Conjunto palacial del Gran Prior y una estatua de bronce homenaje al escritor.
Etimológicamente su nombre significa valle de peñas, por estar situada en un amplio meandro del río Jabalón rodeado de cerro que marcan el límite sur de la llanura manchega y por abundar en su subsuelo la roca caliza.
Contemplar los molinos en Campo de Criptana es viajar al Quijote y vivir aventuras con el hidalgo más famoso de la literatura. Se pueden visitar por dentro y varios de ellos se han reconvertido en museos. Además, de un total de diez molinos, tres datan del siglo XVI: Molino Burleta, Molino Infanto y Molino Sardinero.
Aquí se ubica el importantísimo Parque Nacional de Las Tablas de Daimiel, el lugar imprescindible para los amantes de la naturaleza. Esta Reserva de la Biosfera de tablas fluviales se crea por el desbordamiento de los ríos Guadiana y Cigüela y acoge una gran variedad de aves. Todo un espectáculo para los sentidos.
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