Mariana Flores Melo - Viaje a París en 2 días: qué hacer en la capital francesa

No se conoce París sin haber visitado monumentos tan icónicos como la Torre Eiffel, el Museo del Louvre o el Sagrado Corazón… Todos ellos son una cita obligada en un viaje a la capital francesa. Pero como queremos que le saques el máximo partido a tu estancia, te indicamos otros lugares (algunos mágicos y uno estrambótico) que también deberías incluir en tu agenda.

La Torre Eiffel

Construida para la Exposición Universal de 1889, es la primera parada en un viaje a la Ciudad de la Luz. El monumento más visitado del mundo ofrece, desde sus más de 300 metros de altura, una de las más bellas panorámicas de París. Puedes subir en ascensor o por las escaleras si no te dan pereza los 700 escalones. Pero es por la noche, con 2.000 bombillas iluminándola en tonos dorados, cuando la Dama de Hierro muestra su cara más radiante.

Una cita en el Louvre con la Gioconda

París es una ciudad repleta de arte e historia, con magníficos museos para todos los gustos, desde el Centro Pompidou al Museo Rodin o el de Orsay. Pero hay uno que se impone sobre todos los demás: el Louvre. La pinacoteca más visitada del mundo no te la puedes perder, aunque tu viaje dure solo de un par de días. La Mona Lisa, La Venus de Milo o La Libertad guiando al pueblo son solo algunas de las grandes obras maestras que podrás disfrutar en este enorme palacio que fue residencia de los reyes de Francia.

Si quieres evitar las enormes aglomeraciones, te aconsejamos que, en lugar de entrar por la Pirámide, utilices el acceso por el centro comercial Carrousel du Louvre, donde encontrarás menos filas. También puedes realizar la visita a primera hora de la mañana o incluso en horario nocturno: los miércoles y viernes abre hasta las 9:45 horas de la tarde. Es la ocasión perfecta para disfrutar del museo a tu aire, incluso encontrarás algunas salas bastante vacías.

Las Catacumbas, un viaje a las entrañas de París

No es la visita más glamourosa, pero sí la más impactante. Se construyeron a finales del siglo XVIII, a 18 metros bajo tierra, y en sus más de 300 kilómetros subterráneos se encuentran los cráneos y huesos de más de seis millones de parisinos fallecidos. Enormes filas y larguísimas escaleras es lo que te espera antes de adentrarte en este espacio macabro que se puede recorrer en un tramo de kilómetro y medio.

La isla de la Cité

Lo mejor de la capital parisina se descubre andando. Uno de los paseos más clásicos es recorrer la isla de la Cité, el corazón histórico de la ciudad. La zona está presidida por la fachada gótica de La Catedral de Notre Dame, las coloridas vidrieras de la Sainte Chapelle y el Palacio de Justicia, antiguamente llamado Palais de la Cité y primera residencia de los reyes de Francia. Y justo detrás del palacio encontrarás un bonito rincón parisino, la Place Dauphine, que es la segunda de las cinco Plazas Reales de París, denominadas así por su vinculación con la monarquía.

Un crucero por el Sena al atardecer

Un paseo en bateau-mouche al atardecer se convertirá en el momento más romántico del viaje. Y aunque te parezca un plan muy turístico (y pocos parisinos lo hagan), te llevarás una visión de París que no olvidarás nunca. Podrás disfrutar de monumentos como Los Inválidos, el Hôtel de Ville (ayuntamiento), el Parlamento, el Museo de Orsay o la Catedral de Notre Dame desde otro ángulo e iluminados. El precio, 15 € (el ticket más básico) y si quieres completar la experiencia con una cena en el barco, cuesta 85 €. El embarque se encuentra cerca del Puente del Alma.

Montmatre y la Basílica del Sagrado Corazón

París son también sus barrios, y uno de los más populares es el de Montmatre. Al adentrarte en sus callejuelas empedradas y rincones bohemios te irás encontrando con lugares tan emblemáticos como el Moline Rouge, la Place du Tertre o la Basílica del Sagrado Corazón, situada en lo más alto de la colina. Para visitar este edificio religioso de estilo bizantino puedes subir los 300 escalones, que son bastante empinados, pero también puedes coger el funicular (con un simple billete de metro) y llegar a la basílica sin esfuerzo.

Las terrazas de París

París derrocha glamour por los cuatro costados. Y un buen ejemplo son sus elegantes bistrós y cafés. Así que, si tu avión sale tarde, nada mejor que exprimir hasta el último minuto el viaje disfrutando de un buen vino en una bonita y pequeña terraza parisina. Sin abandonar el barrio de Montmatre, te aconsejamos La Maison Rose, situada en la rue de l'Abreuvoir (una de las más bonitas de París). Este restaurante de barrio se ha convertido en uno de los lugares más icónicos y mágicos de la ciudad. Seguro que lo reconocerás por su colorida fachada y por ser uno de los lugares favoritos de "Emily en París" (la popular serie de Neflix). No se nos ocurre mejor manera de decir Au revoir París, o mejor: ¡hasta pronto!

Apúntate a la newsletter y recibe en tu correo las mejores propuestas para viajar por el mundo.



via Fuente

Entradas populares de este blog

Mariana Flores Melo - No te hagas fotos en el nuevo barrio de Nueva York: sus dueños tienen los derechos sobre cualquier imagen

Mariana Flores Melo - 10 balnearios al aire libre en España

Mariana Flores Melo - Los balnearios al aire libre más bonitos de España con aguas termales para mimar a tu cuerpo