Mariana Flores Melo - Dos de los pueblos más bonitos de España están en Navarra: naturaleza e historia
No hace falta salir de nuestras fronteras para descubrir auténticos tesoros cuando vamos de viaje. España cuenta con algunos de los lugares más impresionantes del mundo y muchos de ellos son pueblos, repletos de historia, cultura y rodeados de naturaleza. El mejor ejemplo lo encontramos en la Comunidad Foral de Navarra, donde se ubican dos de los municipios que, según la lista oficial de la asociación de Los Pueblos Más Bonitos de España, están considerados de extraordinaria belleza.
El carácter histórico y medieval que conservan sus calles y edificios, así como el incomparable entorno en el que están situados, hacen que estos dos pueblos, Roncal y Unjué, sean para obligatoria para todo aquel que visita la zona. Además, ambos gozan de una gastronomía local que difícilmente se podría degustar en cualquier otro punto del mapa.
Roncal
Roncal es un pueblo situado en el pirineo navarro, en el valle del mismo nombre, por lo que se encuentra rodeado de montañas y paisajes impresionantes, perfecto para hacer rutas de senderismo y disfrutar de la naturaleza. En este sentido, uno de los lugares más visitados es la llamada cascada de las Xanas, una impresionante caída de agua de 70 metros de altura, pero Roncal también cuenta con un gran patrimonio histórico.
Este municipio se fundó en la Edad Media y destaca por sus calles empedradas, distribuidas en forma de Y. Así, merece la pena visitar la iglesia de San Esteban, el Puente de la Trinidad y otros edificios señoriales, como la Casa Sanz, la Casa Gambra o la Casa López. Por si fuese poco, se trata de un pueblo, conocido por ser la cuna del queso Roncal, uno de los productos gastronómicos más famosos de Navarra.
Ujué
Por su parte, Ujué, el segundo pueblo considerado el más bonito de España que se ubica en Navarra, destaca por su gran historia. Situado en la comarca de Tafalla, se trata de un municipio pequeño, con gran encanto, ya que se encuentra en la cima de una colina. Ujué cuenta con una impresionante fortaleza medieval, el castillo de Ujué, construido en el siglo XIII y también, se puede visitar la iglesia-fortaleza de Santa María, del siglo XII, que cuenta con unas impresionantes vidrieras.
Durante la Edad de Bronce, fue centro de adoración pagana y en la Edad Media se convirtió en uno de los puntos más importantes del Camino de Santiago. Por eso, aún hoy en día podemos ver el hospital de peregrinos o el arco del Portal de la Reina, que marcaba la entrada al pueblo. Las costumbres y el modo de vida están fuertemente arraigados en este pueblo y cada año se celebra en Ujué una de las ferias más relevantes de Navarra, la feria de la Almadía, en la que se conmemora la antigua tradición de la madera flotante. En cuanto a la gastronomía, son típicas y riquísimas las migas de pastor, las almendras garrapiñadas, el pan artesano, los famosos vinos, el aceite, las pastas y rosquillas, etc.
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