Mariana Flores Melo - El pueblo de Madrid con versos escondidos que fomenta el buen rollo con sus visitantes
En la sierra oeste de Madrid, en la cuenca del Guadarrama, a escasos 60 kilómetros de la capital, se encuentra Colmenar del Arroyo, una pequeña villa donde la poesía se lee y se respira. Sinestesia pura entre pintura y cal.
Pasear por Colmenar del Arroyo es hacer propios los pensamientos de otros y una forma sencilla de embellecer un pueblo
Fue Felipe IV, el Rey Planeta, quien le otorgó a Colmenar de Arroyo el título de Villa separando sus vínculos con Segovia. Destaca su Plaza de España, con el Ayuntamiento y la iglesia renacentista de la Asunción de Nuestra Señora, con su gran torre de 20 metros y que atribuyen al mismísimo Juan de Herrera. Es Bien de Interés Cultural por la Comunidad de Madrid. Sus puentes románicos sobre el arroyo Corralizo aportan al pueblo estética medieval. Los dos ojos del Puente del Caño nos cuentan que antaño el caudal del arroyo era mayor; junto a él se ubicó el lavadero público que aún puede verse, y el abrevadero para el ganado. Cerca del otro puente, el de la Fragua, del siglo XV, resisten los restos de la espadaña del siglo XII, de la antigua Iglesia de San Vicente, ahora integrada al cementerio.
Acción Poética
Pero lo que realmente puso a Colmenar del Arroyo en el mapa de quienes buscan lugares diferentes e inspiradores fue Acción Poética. Una iniciativa cultural del poeta mexicano Armando Alanís que consiste en escribir en las paredes pequeños poemas, siempre con connotaciones alegres, estimulantes y cargadas de reflexión. Esta idea fue adaptada por Luis Santos Sainz, vecino de Colmenar, ávido lector y amante de la poesía. En 2013 comenzó junto a otros vecinos y amigos, y apoyado por el Ayuntamiento, a escribir los primeros poemas.
Actualmente hay más de cien mensajes escondidos entre las calles del pueblo, los comercios han adaptado algunas a sus negocios, como el que reza en el Mesón de Doña Filo, uno de los mejores restaurantes de la Comunidad de Madrid, y para ir abriendo el apetito “Hoy comamos y bebamos, y cantemos y holguemos, que mañana ayunaremos”.
Homenaje a Machado
Luis Santos escribió el primero de los versos en honor a Antonio Machado, eso sí, disculpándose por la osadía de variar su poema: “Caminante no hay camino, se hace camino al ‘amar”. A su amigo Miguel, con quien compartía la afición poética, también le dedica algún verso que el paseante deberá encontrar. El objetivo es animar al visitante a un paseo tranquilo pero estimulante, incitar a la búsqueda, que siempre ha de ser eterna, y, por supuesto, fomentar la lectura utilizando la poesía como arma cultural al alcance de todos, para humanizar a una sociedad quizá tocada por la desidia, el consumismo, la falta de inquietud y el pesimismo. Acción Poética reivindica el poder revolucionario de la palabra como medio capaz de cambiar el mundo.
Las micro poesías deben ser cortas y no mencionar ni hacer alusiones políticas ni religiosas
Optimismo y humor
A lo largo de todo el pueblo encontraremos frases optimistas, fragmentos de canciones alegres, poemas de amor y reflexiones animosas, pero, sobre todo, buen rollo, único criterio que se debe cumplir junto a la brevedad del texto. Las micro poesías deben ser cortas y no mencionar ni hacer alusiones políticas ni religiosas. Muchas frases son conocidas, otras anónimas, pero, salvo excepciones, ninguna va firmada por el autor sino por Acción Poética, tal y como quiso su fundador, Armando Alanís. Colmenar del Arroyo consigue generar un diálogo entre el espectador y el pueblo, entre personas que no se conocen pero que comparten las ganas de mejorar la vida. Todos somos parte del proyecto. Pasear por Colmenar del Arroyo es hacer propios los pensamientos de otros y una forma sencilla de embellecer un pueblo y, con él, también el espíritu.
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