Mariana Flores Melo - La zona desconocida en la provincia de Roma llena de preciosos pueblos y lagos volcánicos
Roma es una de las ciudades más bonitas y visitadas del mundo. Esta atrae a los turistas por sus imponentes monumentos y sus más de 3.000 años de historia reflejados en su arquitectura. Sin embargo, si tenemos la oportunidad de explorar la zona más allá de la capital italiana, nos espera un mundo nuevo y único sin tener que ir muy lejos de la urbe.
Los Castelli Romani son un grupo de 15 municipios de la provincia de Roma que se extienden por las colinas Albanas. Aquí encontremos maravillosos pueblos llenos de encanto, bonitos lagos de aguas azules y una cultura rebosante. Si queremos descubrir la zona, estos son los imprescindibles:
De Lanuvio a Genzano y su lago volcánico
Un recorrido por Los Castelli Romani podría empezar por Lanuvio, un pequeño pueblo medieval rodeado por una muralla que, en algunos puntos, data del siglo V a.C. Caminando por sus calles y callejuelas iremos descubriendo sus impresionantes edificios y monumentos como su fortaleza del siglo XIV; la mansión señorial del siglo XV; la fuente de los Scogli, construida en 1675; la Colegiata de Santa María la Mayor, y el puente Loreto, del siglo II aC
Desde allí llegaremos a Genzano, ubicado junto al lago Nemi, de origen volcánico. El casco antiguo es un testigo vivo de su larga historia, que se ve reflejada en construcciones como el Palacio Sforza Cesarini, la iglesia de los Capuchinos del siglo XVII y la iglesia de la Santísima Trinidad.
Del arte Ariccia a la naturaleza de Albano Laziale
La ruta continuaría en Ariccia, un auténtico tesoro artístico. Aquí se puede visitar uno de los mejores ejemplos arquitectónicos del barroco europeo, el conjunto monumental de la Piazza di Corte. Este incluye el Palacio Chigi, el gran parque que lo rodea y la Colegiata de Santa María de la Asunción.
Seguimos hacia Albano Laziale, un pintoresco pueblo que se alza sobre los Colli Albani, junto al Lago de Albano. La villa destaca por su majestuosa Catedral de San Pancracio, de estilo barroco, así como la iglesia de Santa Maria della Rotonda, la puerta Pretoria, el Cisternone y la tumba de los Horacios y Curiacios.
De majestuoso Castel Gandolfo a las villas de Frascati
La siguiente parada es Castel Gandolfo, lugar de vacaciones de papas, cardenales y prelados de la Curia Romana. Estos se alojaban en la antigua residencia de la familia Savelli, trasformada en el Palacio de los Estados Pontificios. También merece la pena visitar la Iglesia de Santo Tommaso de Villanuova y la majestuosa Villa Clodio.
Finalmente, acabamos en Frascati, conocido por sus villas construidas por la nobleza papal desde el siglo XVI. Estos palacios señoriales están rodeados por campos, bosques y pintorescos jardines. Entre ellos sobresalen Villa Aldobrandini, Villa Falconieri, Villa Torlonia, Villa Tuscolana, Villa Mondragone y Villa Grazioli.
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