Mariana Flores Melo - 15 razones para enamorarse de Ámsterdam

Imposible no caer rendido ante la capital de los Países Bajos, una ciudad que no para de reinventarse. Prepárate para visitar museos, perderte en barco por los canales, cruzar alguno de sus mas de 1.300 puentes o relajarte en sus acogedores cafés. Y si te animas, Ámsterdam también te muestra por la noche su faceta más canalla.

La Plaza Dam

Es el punto más céntrico y uno de los más animados de la ciudad. La Plaza Dam está rodeada de edificios tan interesantes como el Palacio Real o la Nieuwe Kerk (Iglesia Nueva), el templo donde se celebran las coronaciones y bodas reales. Presidiendo el centro, un obelisco de 22 metros de altura en honor a los soldados holandeses que fallecieron en la Segunda Guerra Mundial.

El edificio más antiguo de Ámsterdam

Y si hay una Nieuwe Kerk (Iglesia Nueva), es porque hay otra vieja. Construida en 1302, la Oude Kerk (Iglesia Vieja) es el edificio más antiguo de la ciudad. Comenzó siendo una capilla de madera y con el paso del tiempo se fue ampliando hasta convertirse en una gran basílica gótica. Se encuentra en De Wallen, en pleno barrio Rojo de Ámsterdam, entre luces de neón y mujeres expuestas en los escaparates. Aprovecha esta visita marcada por los contrastes para pasear por este popular barrio medieval de estrechas callejuelas.

El Palacio Real

Construido en el siglo XVII, este palacio, que también se conoce como Paleis op de Dam, tenía previsto que fuera el ayuntamiento. Pero en 1808, Luis Napoleón Bonaparte, convertido en rey de Holanda, decidió transformar el edificio en un palacio. En su interior encontrarás impresionantes suelos de mármol, así como muebles, pinturas, imponentes candelabros y la magnífica sala de mapas. Uno de los iconos del palacio es la estatua de Atlas llevando el universo sobre sus hombros.

El Rijksmuseum

La ciudad cuenta con la mayor densidad de museos del mundo, pero la estrella, sin duda es el Rijksmuseum. A través de sus más de 200 salas se puede admirar una maravillosa colección de arte con pinturas de la Edad de Oro holandesa y de autores tan importantes como Rembrandt, Vermeer o Hals. Por supuesto, no te vayas sin ver las dos principales joyas del museo: La Ronda de Noche de Rembrandt y el Autorretrato de Vincent van Gogh.

Museo Van Gogh

Visitar Ámsterdam incluye necesariamente la visita al Museo Van Gogh. Hay tanto que ver que es mejor que vayas sin prisas. Apunta: 220 pinturas, 500 dibujos y más de 800 cartas se exhiben en este museo íntegramente dedicado a la vida y obra del famoso pintor. Y por supuesto, podrás disfrutar de uno de sus cuadros más famosos, Los girasoles.

El barrio de Jordaan

Uno de los mejores momentos del viaje será el paseo por sus callejuelas al atardecer. Bordeado al este y al oeste por los canales Prinsen y Singelgracht, este barrio bohemio está repleto de rincones de postal. Además de los pintorescos canales, también encontrarás muchas casas típicas de comerciantes, viviendas flotantes y bonitos cafés en cada esquina. Aquí también está la Casa de Ana Frank y The movies, el cine más antiguo de la ciudad.

El queso holandés

Tan famosos como sus molinos o sus tulipanes, son los quesos holandeses. Aprovecha la visita al barrio de Jordaan para comprar y probar los quesos típicos del país, que están entre los más apreciados del mundo. En este barrio se encuentra Kaashuis, una de las tiendas más populares, donde podrás descubrir el verdadero sabor del Gouda o del Maasdam. También los encontrarás en los distintos puestos de los mercados de la ciudad, así como en bares y restaurantes.

De Negen Straatjes o las Nueve Calles

En el medio del cinturón de canales y muy cerca del barrio de Jordaan se encuentran las Nueve Calles, una pintoresca zona del corazón de Ámsterdam que no debes perderte. Además de ser uno de los barrios más turísticos, es también uno de los más alegres e interesantes y donde seguro no pararás de hacer fotos. Está repleto de numerosas tiendas, algunas de ellas extravagantes, cafés y galerías espectaculares. También estás en un punto clave para tomarle el pulso a la oferta gastronómica de la ciudad.

Un paseo en barco por los canales

No hay viaje a Ámsterdam que no pase por sus canales, que por algo aportan a la ciudad su particular encanto. Y aunque te parezca un capricho turístico, te aseguramos que tendrás una perspectiva increíble de la ciudad, podrás explorar la arquitectura holandesa y las fachadas de los edificios históricos, la mayoría construidos en los siglos XVII y XVIII. Algunas compañías ofrecen la opción de embarcar y desembarcar todas las veces que te apetezca.

Leidseplein

Esta plaza es un espectáculo en sí misma y a cualquier hora del día, ya que en ella se concentran músicos callejeros, malabaristas y numeroso artistas dispuestos a animar a todo el que pase por allí. Y lo que tampoco faltan son las terrazas, siempre llenas de ambiente. Además, si te apetece vivir la marcha nocturna, en la zona, además de restaurantes encontrarás discotecas y pubs donde tomar una copa.

La ciudad en bici

La mitad de los habitantes de Ámsterdam se mueven en bici todos los días. Sobre todo en las horas puntas, te encontrarás con ciclistas en traje y corbata o padres llevando a sus hijos al cole sobre dos ruedas. Descubrirás que casi nadie se escapa al medio de transporte favorito de los holandeses. Si te apetece unirte a ellos, alquila una bici y recorre la ciudad a tu aire. Encontrarás ciclovías tanto si vas por las calles principales como si optas por pasear por los canales.

La ciudad de los coffee shops

Para muchos viajeros esta experiencia merece una parada al menos una vez durante su viaje. Pero cuidado, no se deben confundir los famosos coffeshops con las cafeterías donde tomar café y comer un dulce típico. En Ámsterdam es legal fumar cannabis y en estas cafeterías alternativas se permite hacerlo. Eso sí, en estos locales tan especiales no se vende alcohol.

A'DAM Lookout

Ámsterdam merece ser disfrutada desde arriba. Desde el mirador que se encuentra en lo alto de esta plataforma encontrarás las mejores panorámicas del centro histórico de la ciudad, los canales y el puerto. Y además, podrás disfrutar de una exposición interactiva que recorre la historia y la cultura de Ámsterdam. Y para los que buscan emociones fuertes hay una serie de columpios donde se pueden balancear más allá de los límites de la plataforma.

El parque Keukenhof

Los tulipanes son uno de los símbolos más reconocibles de Holanda, y todo un regalo para la vista. Si viajas a Ámsterdam entre mediados de marzo y mayo, en este parque podrás deleitarte con la belleza de estas flores. Eso sí, reserva la entrada con antelación porque son muchos los que acuden a ver este maravilloso y colorido espectáculo de la naturaleza.

Mercado de flores flotante

Y si no tienes la ocasión de visitar Keukenhof, acércate hasta el Bloemenmarkt, el mercado flotante más famoso de Ámsterdam. Allí se concentran todo tipo de flores, desde los famosos tulipanes a narcisos, cipreses, e incluso otras plantas raras. Todo este despliegue de plantas y flores lo encontrarás expuesto en las barcas que están atracadas a lo largo de las orillas del canal Singel. Los puestos alineados unos tras otros dan lugar a una pintoresca calle comercial en la que los olores y los colores son protagonistas, consiguiendo una atmósfera fascinante.

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