Mariana Flores Melo - Un pueblo en los Pirineos y a las puertas de un Parque Nacional: así es Torla-Ordesa

En pleno valle de Ordesa, en el corazón de los Pirineos oscenses, y frente al Parque Nacional de Ordesa y Monteperdido se encuentra la localidad de Torla. Se puede decir que este pequeño pueblo es pura naturaleza, pues se caracteriza por albergar una oferta rural única en nuestro país. Está rodeado por un entorno maravilloso que brinda la posibilidad de realizar numerosas actividades al aire libre, pero principalmente destaca por sus espectaculares rutas, lo que lo convierte en un destino obligado para los amantes del senderismo.

Una villa medieval a más de 1.000 metros de altura

Con apenas 233 habitantes, Torla está situada a 1.032 metros de altitud sobre el valle glaciar del río Ara. Bajo la mirada del imponente macizo de Mondarruego (2.848 metros), es la puerta de acceso al valle de Ordesa, digno de visitar por sus espectaculares vistas, por su variedad de rutas de diferentes niveles de dificultad y por su curiosa flora y fauna.

Durante muchos años fue una localidad dedicada exclusivamente a la ganadería, sin embargo, el turismo rural se ha asentado en esta zona gracias a su increíble entorno natural. Esto ha hecho que cuente con todos los servicios esenciales, como alimentación, consulta médica, farmacia, colegio, tiendas de regalos, restaurantes o refugios, entre otros.

Igualmente, no hay que pasar por alto el encanto de la villa, pues alberga un marcado carácter rural y medieval que se traduce en su hermosa arquitectura. Muestra de ello es la iglesia de San Salvador, de estilo románico; el castillo, actualmente convertido en abadía y museo etnológico con pinturas medievales y la cripta de san jorge; la plaza mayor del siglo XIII y la casa consistorial restaurada a finales de los años 50.

Rodeado por tres valles

El municipio se encuentra encajado entre tres espectaculares valles: el valle de Bujaruelo, el valle de Sorrosal y el Valle de Ordesa. El primero engloba, junto con su vecino, el valle del río Ara, más de 20 cimas de alrededor de 3.000 metros de altura, paisajes cársticos, fantásticos bosques, cascadas y ríos. Además, el valle de Bujaruelo gana importancia al ser el nexo de unión con la vecina localidad francesa de Gavarnie, donde se encuentra el famoso circo glaciar y la segunda cascada de agua más alta de Europa.

Por su parte, el valle de Sorrosal es un lugar poco conocido, pero que esconde numerosos secretos de gran valor. Uno de ellos es el pico Tendeñera, el cual ofrece unas espectaculares vistas de los Pirineos desde sus 2.853 metros de altura. Además, destaca por albergar una importante biodiversidad caracterizada por especies endémicas como sarrios, marmotas y armiños, así como una gran cantidad de aves.

Por último, el valle de Ordesa es el más conocido y no es para menos, pues su monumentalidad lo convierte en uno de los parajes más impresionantes de España. Con el paso del tiempo, las diferentes fases erosivas han moldeado y dado forma al valle, creando numerosos estrechamientos y cascadas, que junto con sus increíbles desfiladeros son alguno de los principales atractivos del valle.

Un oasis del senderismo

El senderismo es la actividad reina en este pueblo, pues desde él parten numerosas rutas hacia el valle de Ordesa. La más conocida es la ruta de la Cola de Caballo, un recorrido apto para todo tipo de excursionistas y que tiene como principal atractivo el final de la excursión, pues allí espera imponente la cascada que da nombre a esta ruta.

Igualmente, la ruta hacia la cima de Monte Perdido, un pico a 3.335 metros de altura, cuenta con muchos adeptos. Sin embargo, es un recorrido que requiere una gran capacidad física, especialmente después de pasar el refugio de Goritz. La duración es de entre 11 y 12 horas aproximadamente, por lo que muchos excursionistas hacen noche en dicho refugio.

Igualmente, la conocida como Senda de los cazadores es una ruta en la que todo su camino es un continúo mirador, pues las vistas que ofrece del valle son espectaculares. Su duración es de 9 horas aproximadamente y es recomendable realizarla en otoño.

Cómo llegar

Desde Huesca, el trayecto hasta Torla es de aproximadamente de 1 hora y 20 minutos por las carreteras A-23 y N-260. Por su parte, si se sale desde Jaca, el viaje tiene una duración estimada de 1 hora por la carretera N-260a.

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