Mariana Flores Melo - Los monumentos naturales de Galicia: de playas increíbles a bosques centenarios
Todo aquel que viaje a Galicia seguramente vuelva, pues su combinación de playas, bosques y montañas enamoran a cualquier viajero. La naturaleza va de la mano de esta región y sus caprichos han creado verdaderos monumentos naturales que son dignos de admirar. Algunos de ellos son realmente turísticos, pero otros se encuentran escondidos en rincones todavía por descubrir.
1) Costa de Dexo, A Coruña
La costa de Dexo constituye un espacio natural protegido que se caracteriza por sus continuos y espectaculares acantilados. Ubicada en el municipio de Oleiros, recorre la franja marina que se encuentra entre el faro de Mera y el puerto de Lorbé e incluye todas las islas e islotes cerca de la costa.
El faro de Mera es un balcón privilegiado para observar el horizonte atlántico al que asoman la boca de tres rías: la de A Coruña, la de Betanzos y la de Ares. Igualmente, escondida tras los acantilados, se puede disfrutar de la ría de Ferrol.
2) Playa de Las Catedrales, Lugo
La Playa de Las Catedrales es un monumento natural que se ubica en la formación geomorfológica denominada como la Rasa Cantábrica. Localizada en Ribadeo, se caracteriza por sus espectaculares acantilados, arcos, grietas y por sus estrechos pasillos. Esta formación es única en la península y si se visita hay que tener en cuenta las mareas, pues con la marea baja es cuando salen a la luz todos sus encantos y podemos recorrer la playa.
3) Plegamiento Geológico de Campodola-Leixazós, Lugo
Este espacio tiene un importante valor geológico por tratarse de un elemento constituido por una formación geológica singular. Tiene un importante interés científico, pues el lugar se conserva prácticamente intacto desde el Carbonífero inferior. En este pliegue, gracias a la erosión y a la presencia del río Ferreiriño, se aprecia con total nitidez este proceso geológico, dejando al descubierto su estructura interna. A día de hoy, se pueden observar con claridad los fenómenos geológicos que lo formaron, creando un espectáculo natural único en Europa.
4) Souto da Retorta, Lugo
El Souto da Retorta, también conocido como el eucaliptal de Chavín, es un pequeño paraje natural situado en la margen derecha del río Landro, en el municipio de Vivero. Destaca por la inmensidad de sus ejemplares, tanto es así, que se ha calculado que el conocido como 'Abuelo de Chavín' tiene unas dimensiones de 61,78 metros de altura y 7,55 de perímetro, según la página web de turismo de Galicia.
Este conjunto de eucaliptos se plantó a partir de 1860 para drenar los terrenos bajos como protección contra las inundaciones. Las riberas del río Landro forman parte de la historia natural de la comunidad, donde siguiendo con datos oficiales, cerca de la mitad de su superficie total está arbolada. Además, el espacio se limita por varias vías históricas como la de la antigua fábrica de la luz de Chavín.
5) Carballa da Rocha, Ourense
La Carballa da Rocha es el nombre que recibe un roble situado en Saínza de Abaixo, en el municipio de Rairiz de Veiga. Este ejemplar es magnífico, pues su medición oficial es de 6,90 metros de perímetro, que deben tomarse a una altura de 1,30 metros del suelo. En su copa se bifurca en dos grandes ramas que superan los 30 metros de altura.
Además de su interés botánico, el árbol de A Saínza posee un notable valor cultural. Sus raíces se funden en la historia de donde está plantado, cerca de la capilla de la Virgen de las Mercedes, y en memoria de las gentes del lugar.
6) Pena Corneira, Ourense
Este monumento natural se enclava en el municipio de Leiro y desde la distancia es fácilmente distinguible gracias a un peñasco alargado y dispuesto en vertical, que le corona y le da nombre. El cuerno de piedra de unos 10 metros en vertical se alza sobre otras grandes rocas para asomar íntegro entre la vegetación. De este modo, Pena Corneira constituye el referente visual desde casi cualquier punto del valle del Avia, en la comarca de O Ribeiro.
La subida puede realizarse a pie por la ruta de senderismo que parte del parque fluvial de Leiro, a unos 9 kilómetros de la cumbre. El camino está acondicionado con pasarelas y escaleras en los tramos más abruptos y tiene interesantes derivaciones al área etnográfica del Regato do Foxo. Allí, podremos encontrar un conjunto de seis molinos y treinta hórreos rehabilitados. También se puede acceder en coche hasta el parque forestal próximo a la propia base de Pena Corneira o, desde el mismo lugar, al mirador de O Outeiral.
7) Souto de Rozavales, Ourense
El Souto de Rozabales está formado por un bosque de castaños, de origen artificial y explotados por los campesinos para la obtención de castañas y madera. Dentro de su arboleda, destaca el castaño de Pumbariños, cuyo perímetro sobrepasa los 12 metros. A pie de tronco se instalaron bancos para poder observarlo, como si se tratara de una obra de arte. Otra curiosidad de este ejemplar es que es un 'castaño sin tierra' pues ha pertenecido durante generaciones a una familia que, curiosamente, no era la propietaria del terreno.
8) Fraga de Catasós, Pontevedra
Ubicado en Lalín, este bosque centenario se compone de esbeltos robles y castaños que alcanzan los 30 metros de altura. Tal es su majestuosidad, que los castaños están considerados como los mejores ejemplares de Europa. Su implantación comenzó a principios del siglo XIX, y a mediados del siglo pasado la FAO, Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación, reclamó la protección de este bosque. En la actualidad es uno de los Monumentos Naturales gallegos para el siglo XXI y forma parte del catálogo de Árboles Singulares de la comunidad.
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