Mariana Flores Melo - El único municipio de España con el título de Pueblo Europeo de la Cigüeña
El municipio extremeño de Malpartida de Cáceres es el representante español de una red internacional que reconoce a aquellos lugares implicados en la conservación de las cigüeñas blancas que los habitan. Los nidos se encuentran repartidos entre el casco urbano y el Monumento Natural de Los Barruecos. Podemos buscarlos con la mirada y, de paso, recorrer sus límites y disfrutar del arte y la gastronomía. ¡Aquí hay muchas cosas que hacer!
Malpartida de Cáceres ostenta el título de Pueblo Europeo de la Cigüeña desde el año 1997
Si hacemos caso al refrán, por San Blas seguro que las verás. Pero no será necesario que el calendario marque el 3 de febrero para observarlas en el único municipio de España que posee el título de Pueblo Europeo de la Cigüeña, otorgado por EuroNatur, organización internacional que reconoce a aquellos lugares que poseen importantes colonias y trabajan de forma activa en su protección.
Situado en la mancomunidad Tajo-Salor, a diez kilómetros de la capital de la provincia extremeña, Malpartida de Cáceres ostenta tal honor desde el año 1997. Čigoč, en Croacia; Andrid, en Rumanía; Poros, en Grecia, y Altreu, en Suiza, forman también parte de esta curiosa red que nos obliga a mirar al cielo. Va a ser fácil encontrarlas: sus nidos coronan los edificios históricos del casco urbano, los postes del humedal que se extiende por los alrededores y, sobre todo, los bolos graníticos de ese maravilloso Monumento Natural que es Los Barruecos.
Hasta 125 centímetros de altura pueden llegar a medir las cigüeñas blancas, que se dejan ver de nuevo en la Península por estas fechas tras pasar el invierno en tierras más cálidas. Su presencia hace presagiar la llegada del buen tiempo, de ahí que se las considere portadoras de buenos augurios.
Casas nobles
Las primeras cigüeñas que veremos en Malpartida de Cáceres son las que habitan en las alturas de la iglesia de Nuestra Señora de la Asunción, construida en el siglo XVI en estilo gótico, con campanario románico. Después de visitar el templo y su retablo rococó, realizado en madera dorada, empezaremos a sentir toda esa serenidad que rebosan aquí las calles, con algunas casas nobles, como la de la Inquisición o el Palacio del Topete, y otras que demuestran las peculiaridades de la arquitectura popular local, con fachadas blancas y ventanas con alpoyatas, labradas en piedra, que hacen las veces de ménsulas.
Naturaleza, arte y ¡fiesta!
Habrá que esperar hasta la primavera para que la Plaza Mayor de Malpartida de Cáceres se cubra de paraguas de colores que ayuden a aguantar las altas temperaturas. Pero aún nos quedan muchas cosas que ver, principalmente en las afueras, donde nos espera Los Barruecos, que muchos conocerán por ser escenario de la batalla más apoteósica de “Juego de tronos”. ¡Qué suerte tuvieron los Lannister y los Dothraki! Este lugar es espectacular, repleto como está de grandes moles graníticas, de caprichosas formas, esculpidas por la erosión durante miles de años. Su silueta se refleja sobre el agua de los cuatro embalses históricos que los rodean. También la de las cigüeñas, a las que podemos mirar en tiempo real a través de un monitor instalado en el Centro de Interpretación, donde existen reproducciones a escala de sus nidos y hábitats.
Esculturas en el paisaje
Mucho antes de que la serie lo lanzara a la fama, Los Barruecos ya habían sido descubiertos por el artista alemán Wolf Vostell, figura fundamental del arte contemporáneo de posguerra, que eligió un antiguo lavadero de lanas del siglo XVIII para hacer de él su museo. El interior acoge sus obras más importantes, pero atención al exterior: la colección se prolonga en el paisaje con esculturas-ambiente entre las rocas. Sin dejar de mirar a las cigüeñas, aún nos queda una cosa por hacer en febrero: disfrutar de la Pedida de la Patatera el martes de Carnaval (día 21), que incluye pasacalles y reparto del tradicional embutido, elaborado a base de patata, pimentón y grasa de cerdo, que da nombre a esta singular fiesta.
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