Mariana Flores Melo - Bosques, montañas, cuevas y embalses: los parajes naturales más bonitos de la provincia de Soria
Soria, la provincia más despoblada de España, es una gran desconocida por muchos en cuanto a lo que turismo se refiere. Sin embargo, al territorio castellano-leonés no le faltan lugares que visitar, y destaca especialmente por su patrimonio natural.
Estos son algunos de los parajes más bellos para alejarse de la civilización y desconectar introduciéndose de lleno en la naturaleza.
Durante milenios, el Río Lobos ha ido horadando este espectacular cañón kárstico que hoy en día es hogar de una gran variedad de flora y fauna.
Se trata de un lugar especialmente apreciado por los amantes de la ornitología, ya que es una Zona de Especial Protección de Aves en la que anida una gran cantidad de buitres y de otras rapaces.
Entre extensísimos pinares y robledales se encuentra el Embalse de La Cuerda del Pozo, una masa de agua alimentada por riachuelos que emanan de los cercanos Picos de Urbión. En él se practican numerosos deportes acuáticos, y las puestas de sol y los amaneceres sobre sus aguas en calma son excepcionales.
Lo que desde fuera no parece más que un pequeño estanque en un tranquilo claro del bosque es en realidad la puerta a un laberinto de cuevas anegadas que supera al menos los 115 metros de profundidad. Además, se encuentra muy próxima al venerable Sabinar de Calatañazor, que alberga algunos de los árboles de esta especie más longevos de toda la península.
El monte más alto de la provincia y del Sistema Ibérico, el Moncayo, era un lugar sagrado para los celtíberos que poblaban la zona en la antigüedad. La cara opuesta mira directamente a Aragón, y en los días despejados pueden verse, incluso, los Pirineos.
La laguna negra se encuentra envuelta en leyendas y ha servido de inspiración a escritores de la talla de Bécquer o Machado. Sus densos bosques tienen más de escandinavo que mediterráneo, y el tiempo y el hielo esculpieron hace eones escarpados acantilados que la protegen.
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