Mariana Flores Melo - El pueblo de Lleida que tuvo que cambiarse de sitio en los años 80
El pueblo de El Pont de Bar se encuentra en el extremo oriental de la comarca del Alt Urgell, en un bonito enclave rodeado de naturaleza. Pero su ubicación exacta no es la original, sino que ahora se encuentra un kilómetro más hacia el oeste de donde estaba en un principio. Pero, ¿qué se esconde detrás de este llamativo cambio? La respuesta la encontramos en los años 80, cuando la localidad sufrió una intensa gota fría que obligó a los vecinos a trasladarla por completo.
Una historia de reconstrucciones
El pueblo de El Pont de Bar arrastra una historia algo turbulenta, ya que ha tenido que ser reconstruido en más de una ocasión. Este fue construido en tiempos de San Ermengol, obispo de Urgell, es decir, durante las primeras décadas del siglo XI. Sin embargo, durante las Guerras Carlistas la villa tuvo que reconstruirse de nuevo por los daños sufridos.
Un siglo después, El Pont de Bar volvió a sufrir una terrible desgracia. En 1882, un episodio de gota fría acompañado de devastadores aguaceros provocaron grandes destrozos en el pueblo: casas derruidas, el río Segre desbordado y el icónico puente de la localidad en ruinas.
Ante el riesgo de nuevas inundaciones y deslizamientos de tierra provocados por la meteorología, se aconsejó “mover” el pueblo un kilómetro río abajo. Y así se hizo, durante los siguientes seis años se levantaron de nuevo las viviendas de los vecinos, acompañadas de un ayuntamiento, una iglesia y una plaza.
Patrimonio religioso y naturaleza pirenaica
Entre el patrimonio del municipio El Pont de Bar, formado por varios núcleos de población como el pueblo homónimo, encontramos varios vestigios del pasado como las iglesias románicas de San Andrés de Aristot y San Esteban de Bar, así como la ermita de San Juan de Sobeig. Dentro del término también están las ruinas de San Martín de Cassanet y Santa Leocadia y la iglesia de San Gervasio de Castellnou de Carcolze, de estilo gótico, y los resto del castillo medieval de Aristot.
Pero más allá de su arquitectura, destaca el precioso entorno pirenaico que envuelve al pueblo, marcado por montañas, campos de cultivo y bosques frondosos. Este paisaje nos permite hacer todo tipo de rutas y excursiones en la naturaleza, así como descubrir el enigmático bosque de Rocaviva, lleno de esculturas talladas en rocas de granito. Incluso podemos disfrutar de las aguas termales de la zona en el balneario de Banys de Sant Vicenç.
Cómo llegar a El Pont de Bar
El trayecto entre la ciudad de Lleida y El Pont de Bar es de 2 horas por la C-14. Después, desde allí podemos llegar fácilmente al resto de pueblos y puntos interesantes del municipio: Aristot, Banys de Sant Vicenç o Castellnou de Carcolze.
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