Mariana Flores Melo - Una impresionante cascada o un curioso cementerio: lugares que no creerías que están en España
España es única, lo sabemos. Y no porque lo digamos nosotros, sino porque lo revelan las encuestas. Según los datos publicados por el Instituto Nacional de Estadística (INE), el país cerró un verano de éxito con la llegada, en el mes de agosto, de 10,1 millones de turistas internacionales, un 13,9 % más que en agosto de 2022.
Lugares de España que parecen de otra parte del mundo
Para que estos datos sigan al alza, hemos investigado cinco destinos mágicos, todos situados en nuestro país, donde captar las mejores fotografías y vídeos. Estamos convencidos de que te dejarán perplejo.
1. El desierto de Mahoya, el paisaje lunar de Murcia
Murcia esconde un desierto. Sí, como lees. El municipio de Abanilla posee un paisaje (prácticamente) desconocido: el desierto de Mahoya. También conocido como desierto de Albanilla o el paisaje lunar murciano. Se trata de un paraje desértico donde el agua, durante millones de años, ha moldeado la tierra, produciendo formas increíbles, únicas, inimaginables, dignas de ser vistas y captadas por todo ojo humano y por el mejor objetivo de una cámara fotográfica o de vídeo.
El desierto de Mahoya está situado en una localidad murciana (Abanilla) que sigue celebrando las fiestas de la Santa Cruz, en recuerdo a las batallas entre moros y cristianos. Pasear por Abanilla es recuperar el sentimiento de la Edad Media gracias a la disposición de sus calles, el tipo de arquitectura de sus casas solariegas o sus numerosas ermitas de piedra, entre las que destaca la Iglesia de San José.
2. La poza 'Toll de l'Estret, en l'Encantada (Alicante)
Si te dicen que esta fotografía está disparada en Tailandia, te lo crees. Pero no, es España, en concreto, provincia de Alicante. Se trata de una de las pozas que forman parte de la ruta del Barranco de La Encantada, que sale desde el pueblo de Planes. Una ruta sencilla, con vistas bonitas al Embalse de Beniarrés y zonas de pozas de agua donde pegarse un chapuzón es un indispensable. Esta en concreto, la que aparece en la foto, se llama Toll de l´Estret. Un precioso lugar, escondido y apartado de la civilización, formado por aguas turquesas y cristalinas. Una preciosa piscina natural a la que llegas tras andar seis kilómetros.
3. El Caribe está en Galicia
Si hay una costa que esconde rincones espectaculares, esa es la gallega. Bañada por el mar atlántico, una de sus icónicas islas, junto a las Cíes, es la Isla de Ons. Un rincón paradisiaco rodeado de varias playas, en concreto, entre las que destaca la conocida como playa de Melide.
Quizá lo que la hace más especial, es que, se encuentra alejada de las zonas de mayor fluencia de turistas de la isla. Es una playa nudista, de bandera azul, considerada como la más bonita del archipiélago de Ons, por sus aguas cristalinas y su extenso arenal de arena blanca y fina. Si tuviésemos que poner un 'pero' sería que solo se puede acceder a ella en barco, aunque hay una zona de acampada, que sí tiene acceso libre.
4. El cementerio de 'El bueno, el feo y el malo'
Que España es tierra de rodajes, no es nada nuevo. Son numerosas las películas y series internacionales que se han rodado en nuestro país (Juego de Tronos, Vicky Cristina Barcelona, o infinidad de títulos protagonizados por actores caracterizados de indios y vaqueros) y que forman parte de nuestra historia.
Pensando en posibles escenarios curiosos situados en España, llegamos a la localidad burgalesa de Santo Domingo de Silos. Un cementerio levantado en el verano de 1966, cuando el director Sergio Leone consideró que era el lugar idóneo para grabar varias escenas de una de sus películas más afamadas del denominado 'spaghetti western'. En este lugar se rodó el duelo final de un clásico: 'El bueno, el feo y el malo'. Desde entonces, el cementerio permaneció 49 años abandonado hasta que en 2015 comenzaron los trabajos de recuperación.
5. La cascada del Pozo de los Humos, en Salamanca
Os hablamos de la cascada que forma el curso del río Uces, a su paso por Masueco y Pereña de la Ribera. Situada al noroeste de la provincia de Salamanca, este paisaje natural provoca una enorme cortina de vapor provocada por el agua, ya que cuenta con una caída de más de cincuenta metros de altura.
Un escenario natural tan impresionante que el escritor Miguel de Unamuno quiso dedicarle unas palabras reflejadas en una de sus obras: "es singular el atractivo del agua. Estaríase uno las horas muertas contemplándola fluir, dejándose ganar el espíritu por la sensación purísima que su constante curso nos produce. [...] ¡Enorme fuerza la que sin aparato alguno, con la sencillez del coloso, despliega!... Es una de las más hermosas caídas de agua que pueden verse entre aquellos tajos adustos".
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