Mariana Flores Melo - Fragas do Eume, un parque con dos monasterios y cañones de 300 metros de altura
Uno de los bosques atlánticos de ribera mejor conservados de Europa se extiende por tierras gallegas. Se trata de Fragas do Eume, en A Coruña, una frondosa extensión de naturaleza de 9.000 hectáreas atravesada por el río Eume. Caminando por sus senderos, descubriremos sus impresionantes cañones de hasta 300 metros de altura y otros muchos secretos, como sus antiguos monasterios.
La vegetación más frondosa
El río Eume se abre paso a lo largo de 100 kilómetros, creando un profundo cañón hacia el final de su recorrido. El resultado ha sido una garganta natural con enormes paredes que alcanzan los 300 metros de altura en algunos puntos. Y a ambos lados se extiende el bosque, una enorme masa arbórea donde querremos perdernos.
La mejor forma de recorrer esta espesura es a pie, caminando entre robles, chopos, fresnos, alisos, helechos y líquenes, al mismo tiempo que vamos descubriendo las leyendas que se cuentan sobre los duendes que habitan el lugar. Y no solo esas historias nos dejarán un ambiente de misterio, sino también la tupida vegetación que en algunos puntos apenas deja pasar la luz.
La obra del hombre entre la naturaleza
Entre árboles, cascadas y fuentes, destacan elementos hechos por el hombre. El mismo corazón de las Fragas se alza el Monasterio de Caavaeiro, construido en el siglo IX sobre un saliente rocoso. El antiguo cenobio, que mezcla los estilos románico y barroco, crea un contraste perfecto con la vegetación que lo rodea y conserva su portería-campanario, la celda de los monjes y parte de la iglesia y las cocinas.
Por otra parte, también nos encontraremos con el Monasterio de Santa María de Monfero, del siglo XI, y su impresionante portada gótica sustentada por cuatro columnas. Esta fachada también sorprende por su entramado de cuadrados blancos y negros que se asemejan a un tablero de ajedrez.
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