Mariana Flores Melo - El pueblo con increíbles rutas de senderismo que tiene un monasterio del siglo XIII
Todos los pueblos repartidos por la geografía española albergan algo que les diferencia de los demás, ya sea una iglesia, monasterio, plaza o el entorno que le rodea. Sin embargo, en el caso de la localidad valenciana de Simat de la Valldigna, ubicada en la comarca de Safor, se combina uno de los monasterios más bonitos de toda la comunidad con un entorno perfecto para los amantes del senderismo.
El monasterio
Lo más característico de este municipio es el Real Monasterio de Santa María de la Valldigna. Este es de estilo cisterciense y se levantó en el año 1298 por orden del rey Jaime II El Justo. Estuvo habitado hasta el año 1835, fecha en la cual se produjo la desamortización de Mendizábal, y en 1991 fue adquirido por la Generalitat Valenciana, fecha a partir de la cual empezó su restauración.
En cuanto a su construcción, esta se realizó en tres fases, siendo la primera la implantación gótica del siglo XIV, conformando la estructura completa del monasterio siguiendo el estilo cisterciense. La segunda fase es la importante renovación sufrida después de las graves destrucciones del terremoto de 1396, y la última es la restauración definitiva tras otro terremoto en 1664. En esta tercera fase se sustituyeron dependencias y partes completas por otras, ya de estilo barroco del siglo XVII y XVIII.
Por otro lado, el acceso a este monumento es totalmente gratuito, además existe la opción de visitas guiadas para un máximo de 30 personas. Estas se deben reservar previamente (en el teléfono 618020272 o al correo monestirvalldigna@gva.es). A su vez, el monasterio abres sus puertas del 16 de septiembre al 14 de mayo de 10:00 a 18:00 horas; del 15 de mayo al 15 de septiembre de 10:00 a 20:00 horas; y julio y agosto de 9:00 a 13:00 horas y de 17:00 a 00:00 horas.
Una amplia variedad de rutas
Otro aspecto que caracteriza a este pueblo es el gran abanico de caminos que ofrecen. Todos ellos muestran una parte diferente de Simat de la Valldigna y de su entorno, por ello, desde la oficina de turismo señalan los siguientes:
Los Tesoros de Simat. Esta ruta urbana recorre las calles y monumentos más representativos de la localidad, como la Font Gran, la Mezquita de la Xara o el Monasterio, entre otros. Puede realizarse tanto por libre, con la ayuda del plano y la descarga de las audioguías, como acompañado por un guía local con reserva previa.
Senderismo. Simat de la Valldigna es el punto de partida de numerosas rutas naturales que permitirán al viajero conocer el entorno, una subcomarca natural, rodeada por montañas y abierta al mar Mediterráneo. Estos recorridos muestran el hermoso paisaje que rodea la población, ofreciendo vistas únicas donde se ve el mar en el horizonte. Además, a su paso se pueden descubrir fuentes naturales, restos arquitectónicos medievales, cuevas y simas, etc.
La Ruta del Agua. Este recorrido está formado por dos itinerarios diferentes: Ruta del Riego Tradicional (7 kilómetros) y Ruta de las Fuentes (10 kilómetros). Ambas conectan los principales recursos hídricos del pueblo, así como las construcciones que durante la historia han tratado de aprovechar el agua para los cultivos y el consumo de la población. Además, son circulares y están conectadas, de modo que puede hacerse completas o elegir solo parte de la ruta, adaptando el tiempo y la dificultad al recorrido preferido.
Ruta de los Borja. Esta ruta recorre la marca de la familia valenciana, una de las más poderosas de Europa en los siglos XV y XVI, conectando los lugares que fueron testigo de sus vidas. Una de esas paradas corresponde al Monasterio de Santa María de la Valldigna, ya que tres miembros de la familia Borja fueron abades de este monasterio y todavía hoy puede observarse su escudo en la bóveda de la Sala Capitular.
Ruta botánica y ornitológica del Cirer. Es un recorrido natural que se inicia en los arcos del Cirer, un antiguo acueducto que transportaba el agua desde la Font del Cirer hasta el Monasterio de Santa Maria de la Valldigna. Además, comprende una amplia fauna y flora, la cual se señaliza a lo largo del camino, indicando que especies se pueden observar en el entorno.
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