Mariana Flores Melo - Un hotel para descubrir Sitges de una forma diferente
Un festival de cine de fama internacional, playa, noches animadas, buena gastronomía… Sitges, a menos de media hora de Barcelona es desde hace muchos años un destino de sobra conocido. Pero en la larga lista de motivos para marcarlo en el mapa, la idea de tranquilidad no suele ser su mejor argumento. Al menos en verano.
Pese a ello, basta con alejarse un poco del centro para poder pensar en esta bonita localidad de la costa barcelonesa como un interesante y tranquilo destino veraniego. Y es ahí donde el recientemente renovado Dolce by Wyndham Sitges juega su mejor baza. Un hotel de 5 estrellas que se presenta como un oasis de lujo y tranquilidad al estilo mediterráneo.
A pocos minutos de Sitges y con vistas sobre el mar, la proximidad a la localidad, la calma que destila este hotel -de esos en los que nunca parece haber demasiada gente- y sus instalaciones son la ecuación perfecta para asomarse a este destino de una forma diferente, también si el plan es descansar o una escapada con niños.
Las cuatro piscinas exteriores y climatizadas con energía solar -sobra sol por aquí, pero no es mala idea para alargar la temporada de baño- las habitaciones de dimensiones más que generosas, el SPA con piscina interior o las propuestas gastronómicas de sus restaurantes completan la carta de presentación del hotel.
La renovación del Dolce by Wyndham Sitges 15 años después de su apertura, ha servido para estrenar temporada con una apuesta por colores más cálidos, y potenciar las privilegiadas vistas al mar.
De hecho, espejos estratégicamente situados hacen posible tenerlo de telón de fondo en muchos espacios, incluso dándole la espalda desde la barra del bar.
Y entre las novedades para este 2021 también las habitaciones con jacuzzi en la terraza, que confirman esa idea de hotel-destino en el que tomarse unos días de merecido descanso. Tanto si se quiere visitar Sitges y la costa del Garraf como si la idea es salir lo justo.
La enorme terraza Verema que acoge los desayunos tipo buffet -muy bien resulto en cuanto a calidad y surtido, aunque faltaría mejorar el café- el restaurante La Punta o la oferta de comida y bebida más informal alrededor de los jardines y la piscina conforman la propuesta gastronómica del lugar.
Quienes quieran conocerlo, durante el verano el Day Pass (30 euros) permite disfrutar de sus piscinas sin estar alojado. También se ofrecen otros packs como Disfrutar (alojamiento, SPA, cena y desayuno a partir de 112 euros por persona) o el Bio Detox que por un poco más (a partir de 119 euros) suma un masaje de 25 minutos.
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