Mariana Flores Melo - Más allá de Gulpiyuri y Poo: playas desiertas en Asturias para sentir que estás en otro mundo
Para visitar otro mundo no es necesario ponerte en lista de espera con la NASA y que nuestra vida pase. No, lo tenemos mucho más fácil, económico y sin la necesidad de coger un cohete. Cuando hablamos de Asturias tenemos la suerte de encontrar parajes sobrenaturales capaces de sacarnos los ojos de las órbitas.
Algunos de ellos prácticamente ni masificados por la especie humana, cosa que en verano, se agradece, y mucho. Lugares capaces de teletransportarte a otro sitio con solo meter las coordenadas adecuadas. Estas son algunas de las playas en Asturias con poca gente donde podrás sentir el asombro de Charlton Heston cuando despierta en 'El Planeta de los Simios'. Ojo, sin estatua de la LIbertad, ni monos, solo paisajes de infarto.
Esta pequeña cala de cantos rodados es uno de los mejores paisajes que podemos disfrutar en Asturias. De territorio virgen y con escasa afluencia de público, podemos acceder a ella a través de una senda que nos guiará a unas escaleras para llegar. Esta playa no cuenta con servicios y en su extremo oriental, aparece una hilera de islotes de piedra afilada que salen del océano, restos de una antigua punta fracturada de cuarzo y pizarra. Una escena que sin lugar a dudas inmortalizará tus pupilas.
Esta playa de 30 metros de arena blanca tiene una forma semicircular y podemos encontrarla en el fondo de unas praderas. Para acceder a ella tenemos que aparcar el coche en un camino junto a las vías del ferrocarril, cerca de Buelna. Posteriormente realizaremos unos 350 metros campo a través.
Esta hermosa ensenada próxima a la villa de Luarca nos ofrece un espectáculo de infarto con los paisajes que encontramos alrededor. Para llegar a ella debemos ir a pie desde el núcleo de San Martín contando con accesos rodados y peatonales. Con una longitud de 100 metros, su arena es de color oscuro y no tiene servicios por lo que hace que sea de utilización baja.
Si lo que quieras tomar un baño tranquilo, esta cala no es de las más aconsejables debido a su fuerte oleaje, pero si lo que buscas es tumbarte y disfrutar del entorno, has llegado al sitio indicado. Conectada durante la bajamar de la playa de Navia, esta cala de arena oscura y gruesa suele tener una ocupación media. Si decides ir bien temprano por la mañana, podrás estar a solas en ella. Su principal acceso es a través de un sendero que conecta al arenal del Moro y que cruza con la peña Furada.
Campiecho es una zona aislada a la cual si queremos acceder será a través de un desnivel de 8 metros con una rampa. Esta playa se encuentra rodeada de rocas y tiene un pedrero que la convierte en un lugar idóneo para la pesca. Los aficionados al senderismo encontrarán aquí un paraje con el que despertar sus cinco sentidos.
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