Mariana Flores Melo - La fotógrafa Isabel Muñoz nos abre las puertas de su estudio para viajar por el mundo a través de sus fotografías

¿Cómo podríamos viajar sin movernos del sitio? Es la oportunidad que nos ofrece la fotógrafa catalana Isabel Muñoz y Premio Nacional de Fotografía en 2016. La recientemente galardonada con el Premio PhotoEspaña 2021 abre las puertas de su estudio fotográfico a 20minutos para poder viajar por algunos lugares del mundo a través de sus fotografías. La fotógrafa nos cuenta sus próximos proyectos o los lugares que aún le quedan pendientes por visitar, como también algunos consejos para los viajeros. ¿Nos acompañas?

Isabel lleva seis años trabajando en Japón, pero anteriormente ha tenido que esperar 25 años para poder realizar el trabajo que ella quería. "El hecho de tener que esperar 25 años te hace reflexionar mucho sobre tu forma de contar, sobre cómo han evolucionado las cosas". No sabe si por ser mujer o haber sido más joven.

"En este trabajo una de las cosas que te darás cuenta es la constancia que tenemos las mujeres y yo desde luego, no acepto un 'no' por respuesta. Siempre sigo luchando hasta el último momento. Es por eso que piensas que de alguna manera las cosas pasan por algo". "Yo estoy muy contenta de no haber podido hacer ese trabajo hace 25 años, que ya son 31 años, porque nunca habría visto Japón como lo estoy viendo ahora".

Son muchos los trabajos fotográficos que Isabel nos ha podido ofrecer, pero otros muchos, han supuesto para la artista un cambio de percepción de las cosas. Durante su estancia en el Congo, esta región del África, sufrió una de las situaciones más aterradoras donde la artista más miedo sufrió. En esta zona, la guerrilla actúa de manera muy cautelosa. Se hizo de noche y hasta el día siguiente no recogerían a la artista en coche.

"El embajador español me llamó para avisarme de que teníamos que salir de allí urgentemente: le habían dicho que la guerrilla estaba muy cerca. No podían enviarnos ayuda. Nos habíamos quedado sin comida y nos comimos la comida de los gorilas. Empezó a llover. La guerrilla aprovecha la lluvia para atacar porque así no se les oye", explica en Telva. Durante esa noche, estuvo grabando en una grabadora el último mensaje que creía que le enviaría a su hijo. Finalmente, se hizo de día y pudieron salir de allí de regreso a España.

¿Volverías a El Congo? "No puedo decir, nunca volveré a ningún país porque todo me fascinan y de hecho, he ido a ellos porque hay una historia detrás. Pero sí que hay países muy duros, donde pasas mucho miedo, donde muchas veces tu vida peligra y eso que yo no hago guerras. Pero hay situaciones donde realmente lo pasas mal", argumenta Isabel.

Cada uno de esos viajes le han hecho "conocer cosas". También la frontera con el Tren de la Muerte, la frontera de México con Guatemala, Camboya con el tráfico y esclavitud de niños. "Pero siempre al lado de todos estos temas, y sobre todo del dolor y la oscuridad, hay luz", apostilla Muñoz.

Existen dos dificultades, la técnica de inconvenientes a las que puedes exponerte y el tiempo empleado para realizar algo. "Para mí lo importante es el tiempo que tardó en dar voz o en conseguir lo que quiero hasta el último momento que yo hago los platinos". Isabel, realiza desde hace muchos años la técnica de 'platinotipia', un proceso de impresión de platino desarrollado en Inglaterra durante el siglo XI que hace que la imágenes tengan una mejora en la textura, perdurabilidad y riqueza tonal.

"Me confronto conmigo misma y tienes que saber cómo vas a contar la realidad, la más cercana, porque nunca es la misma, de un emigrante si no estás compartiendo con él los mismos peligros. La posibilidad de integrarse con las personas hacen que puedas descubrir diferentes culturas.

Isabel vino a Madrid por amor. "La verdad que casi todo lo que me ha pasado maravilloso me lo ha dado Madrid. Madrid es una ciudad donde nunca te sientes extraño". "Hay ciudades que te acogen, pero aquí he desarrollado mi vida personal, he crecido como mujer, he amado, he desamado, he sido amada y he sido desamad". "He vivido lo que es una vida, momentos de gran dolor, momentos de una pasión y una felicidad tremenda que ha conseguido convertirme en el ser humano que soy hoy en día.

Isabel tiene pendiente varios viajes que la gustaría realizar. Uno de sus sueños es poder fotografiar las belugas en Groenlandia. Aunque también tiene otro sueño. Poder inmortalizar los manatíes en Egipto.

Para Isabel, lo primero en cada proyecto es "seguir con esa preocupación del mundo que os queremos dejar a vosotros". Siempre va en esa dirección. "Luego tengo un proyecto que iba a empezar antes de la pandemia sobre los orígenes de la vida. Me preocupa de dónde venimos, dónde estamos y a dónde vamos. Isabel tiene una serie de proyectos en España y en Francia. "Todo el mundo conoce la riqueza que hay en España de cuevas y de vestigios, por ejemplo en la zona de Cantabria con Ontaño".

Muñoz tiene otros proyectos junto a una asociación de oftalmólogos en Alicante que van todos los años a África. "Sería para ir a Burkina Faso donde hay unas minas tremendas en las que hay muchas mujeres que se encuentran picando piedra, y van allí a operar la ceguera. Me han propuesto si quería ir a hacer mi trabajo con ellos".

Hay dos tipos de viajeros, está el viajero que hace fotos acompañado de amigos o de familia, y está el viajero que busca algo de cada país. "Yo no me considero una persona de dar consejos, pero yo creo que para cualquier persona que pueda viajar ahora, después del momento que hemos vivido el único consejo que podría dar sería este: podrás viajar a muchos sitios, pero nunca será igual". "Espero que nos demos cuenta del privilegio que estamos viviendo, del privilegio que tenemos de poder volver viajar".



via Fuente

Entradas populares de este blog

Mariana Flores Melo - No te hagas fotos en el nuevo barrio de Nueva York: sus dueños tienen los derechos sobre cualquier imagen

Mariana Flores Melo - 10 balnearios al aire libre en España

Mariana Flores Melo - Los balnearios al aire libre más bonitos de España con aguas termales para mimar a tu cuerpo