Mariana Flores Melo - Cinco lugares para visitar a menos de una hora de Zamora

Enclavada en un cerro sobre el río Duero, Zamora es una de las ciudades europeas que concentra en su casco urbano mayor número de iglesias románicas. Por eso, con toda la propiedad, se la conoce como "la ciudad del románico".

El casco antiguo de esta ciudad de Castilla y León es Conjunto Histórico Artístico. Las murallas son el mejor testigo que corrobora su carácter medieval. A ello se unen conventos, hospitales y ermitas y, sobre todo, los puentes sobre el Duero. Y como sorpresa sus 19 edificios modernistas, que le han supuesto pertenecer a la Red Europea de Ciudades Modernistas.

Todo eso, Zamora, la capital. Podríamos salir de ella buscando la bimilenaria calzada romana, la Vía de la Plata, que atravesaba toda la provincia. Y a ello vamos, a buscar cinco lugares para visitar a menos de una hora de Zamora.

Al sur de Zamora, en la castellana comarca de Tierra de Campos, uno puede pararse a avistar aves en la Reserva Natural de las Lagunas de Villafáfila. De la avutarda, el cernícalo primilla o el aguilucho cenizo, pasando por la cigüeñuela, la avoceta, el aguilucho lagunero, la avefría, el azulón, el zampullín y tantos más.

Hay a veces iglesias perfectas, sencillas y humildes, pero perfectas. Es el caso de San Pedro de la Nave... la rescatada. Construida en el siglo VII, se hallaba a orillas del río Esla. Sin embargo, la construcción del embalse de Ricobayo a punto estuvo de llevársela por delante. El empeño de un historiador sirvió para desmontarla y trasladarla piedra a piedra (entre 1930 y 1932) a la población más cercana. Hoy podemos disfrutar de ella en El Campillo, a 20 kilómetros de Zamora capital. Es el monumento más interesante que nos ha llegado del periodo visigodo y uno de los mejores del arte español altomedieval.

Situada en la llanura entre las Tierras del Vino, del Pan y la Guareña, se ubica en una atalaya natural. El actual trazado urbano de Toro, cuna de grandes vinos y circundada por la vega que riega el Duero, permite adivinar lo que fue la primitiva cerca defensiva con los restos del Alcázar. Una gran muralla de cal y canto rodea la ciudad con su caserío lleno de esplendor. Los imprescindibles: Plaza Mayor, Iglesia de Santa María la Mayor "La Colegiata", Paseo del Espolón, exterior Iglesia de San Lorenzo del Real, Calle Reja Dorada, Palacio de los Condes de Requena y Torre del Reloj. Y el vino de Toro, claro.

Donde el Tormes se junta con el Duero, aparece Fermoselle, enclave estratégico por el que han pasado romanos, visigodos y árabes. De calles estrechas y empinadas, aquí las casas populares forman parte del paisaje de manera natural. Desde el Mirador de las Escaleras hay vistas sobre el parque natural. El Convento de San Francisco acoge ahora la Casa del Parque Natural de los Arribes del Duero. Del Castillo de Doña Urraca, apenas quedan algunos restos. Hoy en día es un mirador de fácil acceso desde la Plaza Mayor donde obtener preciosas sobre los Arribes del Duero.

Al norte de Zamora, Benavente se ha convertido en un importante nudo de comunicaciones. Tiene también cosas que ver. El edificio más representativo de la villa es el Parador de Turismo Fernando II, que ocupa la Torre del Caracol (en la foto), castillo del siglo XVI con amplios miradores y un hermoso artesonado mudéjar en su planta principal. Cuenta también con la iglesia de Santa María de Azogue, San Juan del Mercado y el hospital de la Piedad, antiguo albergue de peregrinos.



via Fuente

Entradas populares de este blog

Mariana Flores Melo - No te hagas fotos en el nuevo barrio de Nueva York: sus dueños tienen los derechos sobre cualquier imagen

Mariana Flores Melo - 10 balnearios al aire libre en España

Mariana Flores Melo - Los balnearios al aire libre más bonitos de España con aguas termales para mimar a tu cuerpo