Mariana Flores Melo - El paraíso natural que se ha puesto de moda por su naturaleza salvaje y sus playas paradisiacas

El 2024 está a punto de llegar y con él nuevas ilusiones para ir a algunos destinos muy lejos de España. Todos quieren realizar viajes de ensueño a lugares inimaginables, ya sean cunas de la cultura y la historia o paraísos naturales, como por ejemplo las Islas Galápagos. Este archipiélago perteneciente a Ecuador es uno de los enclaves más alejados de la Península Ibérica, pero también una de las mayores maravillas que hay en todo el planeta.

Conformadas por trece islas y más de un centenar de islotes, las Islas Galápagos son uno de los lugares más vírgenes del planeta en el que los increíbles volcanes son parte fundamental de su origen y de su presente, además de ser uno de los centros más importantes de la historia de la civilización; no por nada le cambió la vida a Charles Darwin (y al resto de la humanidad). El archipiélago de Colón, su nombre oficial, tiene mucho más que ofrecer de lo que se suele creer.

Los imponentes parajes de las Islas Galápagos

Situadas a más de mil kilómetros de la costa ecuatoriana, este archipiélago se asienta en medio del Pacífico, aunque poco tiene que ver con la imagen estereotípica de la Polinesia. Su riqueza natural es casi inigualable en el mundo, y es que la actividad volcánica en esta zona desde tiempos inmemorables ha hecho de las Islas Galápagos un paraje rocoso casi inhóspito con una variedad paisajística descomunal.

En sus diversas islas se pueden encontrar desde coladas de lava petrifícalas en pleno oceáno hasta volcanes, pasando por estructuras geológicas impresionantes como el Arco de Darwin, que colapsó en mayo de 2021, o el Pinnacle Rock de la Isla Bartolomé, porque las Islas Galápagos son una inmenso despliegue de diversidad paisajística.

Las impresionantes playas del archipiélago ecuatoriano

Sus trece islas son un despliegue estratosférico de riqueza natural, sobre todo en los puntos en los que la tierra se encuentra con el océano, con largas playas de arena blanca, como las de Bahía Tortuga o la Playa de las Bachas en la Isla Santa Cruz, Bahía Gardner en Isla Española o Playa de Puerto Chino en la Isla de San Cristóbal. Además, su riqueza submarina hace que sea una de las mejores zonas del mundo para el buceo.

Pero sin lugar a dudas uno de los lugares más impresionantes que se pueden ver en las Islas Galápagos es Isla Rábida, en la que sus playas de arena roja transportarán a Marte a cualquiera que ponga un pie en estos lugares de origen volcánico. Además, en las Islas Plaza, las más ricas de todo el archipiélago, también hay multitud de enclaves paradisíacos para relajarse en las aguas del Pacífico.

La enorme variedad de especies animales

Charles Darwin viajó al archipiélago en 1835, y durante su estancia de cinco semanas pudo observar una gran variedad de animales que habitaban en las diversas islas. Casi dos siglos después, el número de especies ha aumentado incluso más, por lo que ahora es posible encontrarse con los conocidos como pinzones de Darwin, delfines, lobos marinos, iguanas o pelícanos, aunque sin lugar a dudas hay uno que destaca por encima de los demás: las tortugas de los Galápagos.

Estos reptiles gigantescos solo se pueden encontrar en las islas, e incluso algunos individuos pueden llegar a alcanzar los 400 años de edad, por lo tanto, habrá alguna tortuga en los Galápagos que viera con sus propios ojos al mismísimo naturalista británico. De hecho, una de las mejores actividades que se pueden realizar durante la estancia es caminar junto a una de estas monstruosidades que se han convertido en un símbolo.

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