Mariana Flores Melo - Los rincones de Valencia sin masificación turística en verano: playas, pueblos y rutas tranquilas
Los meses de verano son sinónimo de calor abrasador, de planes refrescantes y de querer escapar a la costa en busca de playas. Y como no, la Comunidad Valenciana es uno de los destinos favoritos para pasar unos días huyendo de las altas temperaturas y poniéndonos en remojo en sus preciosos arenales. Pero la popularidad de esta costa bañada por el Mediterráneo tiene sus consecuencias negativas: la masificación turística.
Lo que pretendían ser unas vacaciones de relax y desconexión pueden convertirse en una lucha por encontrar un hueco en la arena o una mesa libre en un restaurante. Pero aquí todavía quedan algunos lugares que escapan a las aglomeraciones, alejados de los principales núcleos turísticos y que realmente nos brindarán momentos de verdadera paz.
Valencia
En la serranía valenciana, se alza un idílico pueblo dentro de un paisaje de naturaleza privilegiada: Chulilla. Un conjunto de casas blancas se encarama en la ladera de un peñón, sobre el cual zigzaguea la muralla de una antigua fortaleza medieval. Además de las verdes montañas que rodean el pueblo, el entorno está marcado por el río Turia, el cual nos brinda todo tipo de actividades al aire libre.
Por ejemplo, la ruta de los Pantaneros, con una longitud de poco más de 5 kilómetros, se adentra en el Paraje Natural Los Calderones, cruzando la profunda garganta que ha formado el río a través de dos puentes colgantes. Así, podremos llegar hasta punto tan fascinantes como el Charco Azul, una poza de aguas calmadas y limpias protegido por escarpadas paredes de hasta 100 metros de altura. “La ruta sale de la Plaza de Baronia, la plaza del pueblo, cruza varios pasos de río y en unos 20 minutos ya se llega al Charco Azul”, explican a 20minutos desde el Ayuntamiento de Chulilla. Y si continuamos el recorrido, podremos llegar hasta el embalse de Loriguilla.
Por otro lado, si preferimos un baño en las aguas saladas del Mediterráneo no tenemos por qué ir a los típicos arenales atestados de personas. Podremos sumergirnos en un ambiente más natural en la playa de Rabdells, en el municipio de Oliva. Se trata de un arenal prácticamente virgen rodeado por un cordón dunar, con un ambiente tranquilo y de calma total.
Alicante
Casi llegando a la Región de Murcia, la tranquila localidad de Pilar de la Horadada nos espera con más de 3.200 horas de sol al año, bonitas playas y muchas actividades para no aburrirnos un solo segundo. Su litoral se extiende a lo largo de 4 kilómetros, salpicado de grandes zonas de arena blanca, pero también de calas recogidas entre las rocas. Todo ello nos brinda espacio suficiente para que no se formen aglomeraciones.
De esta manera, si lo queremos es pasar el día en un ambiente relajado, "la playa de las Higuericas es la que menos afluencia tiene", nos comentan desde la Oficina de Turismo del municipio. Otra buena opción son las Calas de Rocamar, pequeñas zonas de baño que se suceden al norte de las playas principales del municipio.
Muchas más playas y calas recogidas entre acantilados nos ofrecen esa atmósfera intimista y solitaria que buscamos. Por ejemplo, tal y como señalan desde Turismo de la Comunidad Valenciana, algunas de las menos visitadas de la Costa Blanca son Racó del Conill, Bol Nou, Cala del Soio, Coveta Fumá, Los Tiestos y Cala del Metge.
Castellón
En busca de un lugar más allá de las principales poblaciones turísticas de Castellón llegamos a Alcossebre, una bonita localidad de la Costa del Azahar con más de 10 kilómetros de costa en el municipio de Alcalà de Xivert. Y junto a ella, se extiende un paraje natural espectacular, el Parque Natural de la Sierra de Irta, que encontramos "a medio camino entre Alcossebre y Peñíscola, y es genial para hacer rutas de senderismo", señalan desde su Oficina de Turismo.
Sus playas principales son la del Moro, Carregador, Romana y Las Fuentes, pero si queremos pasar el día en un lugar más aislado, también encontraremos calas más escondidas y vírgenes. Algunas recomendaciones son cala Blanca, un pequeño espacio virgen de naturaleza salvaje, o bien, cala Mundina y cala Ribamar, dentro del parque natural.
Otros puntos de la Costa del Azahar que podemos visitar para alejarnos de las masificaciones son la playa del Riu de la Senia o las calas del Pinar y del Volante.
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