Mariana Flores Melo - De la Cala del Plomo a la Cala San Pedro, descubre estas cinco playas y calas con poca gente en Almería
Con más de 200 kilómetros de playa, la Costa de Almería es uno de esos destinos de veraneo de toda la vida. El ambiente del sur, su costa bañada por el Mediterráneo y los increíbles paisajes de Cabo de Gata hacen de esta provincia un destino referente en los meses de verano.
Buscando más allá de las playas de ciudad y los grandes arenales referencia de la provincia podemos encontrar playas y calas poco transitadas donde disfrutar del mar en la más absoluta tranquilidad. Toma nota de estas cinco playas con poca gente en Almería.
En el municipio de Carboneras encontramos una de las mejores playas del país: la Playa de los Muertos. Con más de un kilómetro de longitud, esta playa alejada del pueblo es un lugar donde disfrutar del espectacular azul de sus aguas en tranquilidad.
Entre las mejores playas de Agua Amarga, en el Parque Natural Cabo de Gata-Níjar se encuentra la Cala del Plomo, ofreciendo una de las aguas más espectaculares de la provincia de Almería. Rodeada de naturaleza, a pesar de contar con un parking cercano el acceso es complicado, por lo que se trata de una de esas calas donde disfrutar del mar en tranquilidad.
A unos pocos metros de la Cala del Plomo se encuentra esta cala virgen, que comparte el turquesa de sus aguas. Con vistas a Agua Amarga y al cerro Mesa Roldán, esta cala ofrece unas pequeñas pozas donde darnos un chapuzón con unas vistas de ensueño.
Entre San Miguel y San José se encuentra esta pequeña cala de difícil acceso desde la cual observar el arrecife conocido como "El Dedo de Dios". Situada entre acantilados y rodeada de vegetación, se trata de un espectacular lugar donde disfrutar del Mediterráneo y relajarnos.
Con las ruinas del Castillo de San Pedro guardando esta cala y a pocos metros de un poblado hippie encontramos esta playa de arena fina y aguas turquesa a la que acceder andando más de una hora desde la playa de las negras o por mar en algún tipo de embarcación. Aunque se trata de un camino tedioso, el esfuerzo merece la pena y mucho.
Una vez apuntadas estas espectaculares playas y calas donde relajarnos con unos paisajes increíbles, solo falta preparar la maleta y poner rumbo al Cabo de Gata.
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