Mariana Flores Melo - El jardín poco conocido de Madrid con fuentes, esculturas y un palacete
Un oasis de paz donde escapar del bullicio de la ciudad, un idílico espacio verde donde relajarse sin salir de Madrid. Hablamos de la Quinta del Duque del Arco, un jardín poco conocido pero que merece mucho la pena visitar. Este se encuentra en la zona noroeste de la capital, en el distrito de Fuencarral-El Pardo, y es un lugar perfecto para caminar en tranquilidad mientras contemplamos fuentes, estatuas y hasta un palacete.
La historia de la Quinta del Duque del Arco
La Real Posesión de la Quinta del Duque del Arco, también conocida como Quinta de El Pardo, es un ejemplo claro de las casas de campo que muchos aristócratas construyeron en los siglos XVII y XVIII a las afuera de Madrid como un lugar tranquilo donde retirarse. Concretamente, la encontramos en la zona boscosa conocida como Monte de El Pardo.
Su origen se remonta a la Quinta de Valrodrigo, una casa de labor que compró el duque del Arco en 1717, la reconstruyó y la rebautizó bajo su título nobiliario. Con la muerte del duque, su viuda donó la propiedad a Felipe V, quien lo incorporó al Real Sitio de El Pardo. Ya en el siglo XX, la quinta y el palacio fue pasando de propietario: en los años 20, el príncipe de Asturias don Alfonso la utilizó como finca de recreo y agricultura; en los años 30 era la vivienda de Manuel Azaña y allí le sorprendió el golpe de Estado de 1936, y durante la Guerra Civil alojó a la Quinta División del Ejército de la República.
A partir de 1942, Franco lo convirtió en la Academia de Mandos Isabel la Católica, y en 1974 acogió las audiencias de los entonces príncipes Juan Carlos y Sofía. Actualmente, la casa de labor acoge un centro educativo, y el palacete se puede alquilar para eventos privados. Los jardines sí se pueden visitar libremente y de forma gratuita.
Un jardín francés con toques españoles e italianos
Los bellísimos jardines de este lugar declarado Monumento Nacional fueron diseñados por Claude Truchet bajo estilo francés, pero con toques españoles e italianos. Los jardines se distribuyen en cuatro niveles a lo largo de un mismo eje y ocupan 10.000 metros cuadrados. Paseando por este oasis de tranquilidad encontraremos terrazas, esculturas, jarrones, parterres y un estanque, además de grandes coníferas plantadas.
Durante los meses de invierno, la quinta abre de 10:00 a 18:00 y con el horario de verano, de 10:00 a 20:00. Además, las fuentes solo se ponen en funcionamiento los sábados y domingos por la mañana.
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