Mariana Flores Melo - Dormir en un palacio: siete hoteles para sentirnos como reyes
Por patrimonio no será. A España le sobra. Y en aras de conservarlo, muchos de esos castillos y palacios han ido tomando nueva vida en los últimos años. Ya no son sólo los Paradores, perfecto caso de cómo la administración puede dar el mejor de los ejemplos. De la mano de particulares y cadenas hoteleras, el país se ha llenado de palacios que ahora son magníficos hoteles.
Desde unos lugares tan cargados de historia podemos disfrutar de su entorno natural y de la propia población, casi siempre con estimables cascos históricos. Pero sobre todo podemos descansar y dormir a cuerpo de rey. Estos son siete buenos ejemplos.
Hospes Palacio del Bailio (Córdoba)
Se encuentra ubicado en el centro de Córdoba, muy cerca de la Mezquita. Bien de Interés Cultural, este palacio es una antigua casa solariega, con vestigios de una impresionante villa romana del siglo I d.C. bajo su restaurante. Es el único hotel con baños romanos interiores y piscina exterior ubicada en un oasis de árboles frutales y plantas aromáticas. Sus habitaciones quieren recordar la grandeza de la ciudad de Córdoba del siglo X: su decoración, el terciopelo de los cabeceros, los estucos pintados a mano, la luz y la calidez.
NH Collection Palacio de Avilés (Asturias)
Se ubica en pleno centro de Avilés, en la Plaza de España, con el ayuntamiento justo enfrente y al lado de la Iglesia de los Padres franciscanos. Dispone de habitaciones funcionales con vistas al hermoso parque de Ferrera. Son espaciosas y están diseñadas con tonalidades naturales y suelos de madera. El edificio es el del Palacio de Ferrera, todo un sinónimo de la historia de esta ciudad asturiana.
Palacio La Floresta (Segovia)
Está en pleno casco antiguo de Segovia, en un histórico palacio rehabilitado. Tiene unas modernas instalaciones y servicios respetando completamente el encanto y singularidad de este edificio. Dispone de 34 habitaciones. Al estar en el centro de Segovia, ofrece fácil acceso a los principales monumentos de la ciudad, como el Acueducto, la Catedral o el Alcázar.
Hotel Helguera Palacio Boutique Antique (Cantabria)
Este palacio del siglo XVII convertido en hotel está rodeado de una belleza sin igual. En plenos Valles Pasiegos de Cantabria, es uno de los sitios característicos en el que en los campos verdes se encuentran hermosas cabañas pasiegas diseminadas por todo el paisaje de pastos. El hotel ofrece piscina climatizada exterior e interior con chimenea, zona de wellness con sauna, gimnasio, baño turco y jacuzzi, además de servicios de masaje, tratamientos de belleza personalizados y entrenador personal. Sus 11 habitaciones combinan el legado palaciego con los lujos modernos y las últimas tecnologías.
Hotel Palacio Carvajal Girón (Cáceres)
Se encuentra situado en el casco antiguo de la ciudad extremeña de Plasencia, en el corazón del antiguo barrio judío y muy próximo a la catedral. Es un antiguo Palacio renacentista de finales del siglo XVI, restaurado en 2012 y declarado Bien de Interés Cultural. Cuenta con 28 habitaciones, entre estándar, gran clase y junior suite.
Castillo del Buen Amor (Salamanca)
El Castillo del Buen Amor se encuentra en medio de una dehesa jalonada de encinas, alcornoques, pinos y almendros. Declarado monumento histórico-artístico, el castillo se ha reinventado como un hotel donde vivir una experiencia de película. Dispone de 41 habitaciones inmensas, con camas enormes y con una decoración de evidente inspiración medieval. Pero el confort y la comodidad han sustituido la austeridad. Las bañeras dobles, las cabinas de ducha y la televisión por satélite contrastan con la piedra de las arcadas y las bóvedas. Una curiosidad es que el restaurante del castillo ocupa las antiguas mazmorras.
Hotel Castillo de Santa Catalina (Málaga)
Este hotel, con fabulosas vistas sobre la bahía de Málaga, se ubica en el interior de un palacio construido en 1932 por orden del Conde de Mieres. Abrió sus puertas como hotel en 2006, con seis habitaciones y dos junior suites. Todas sus dependencias guardan el estilo renacimiento árabe de su arquitectura original. Y a su alrededor terrazas y jardines. Todo un lujo.
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