Mariana Flores Melo - El hermoso pueblo de Ávila al que viajaba Goya para inspirarse en sus cielos
Bonilla de la Sierra, en Ávila, es un ejemplo más de bello pueblo desconocido. Lo encontramos a menos de una hora de la ciudad de Ávila y alrededor de dos de Madrid. Algo tendrá si hasta aquí se llegaba Goya. El pintor aragonés dejaba la cercana capital de la Corte para buscar inspiración en los cielos de Bonilla (y de la cercana Piedrahita).
Esta bonita localidad, que lo es, aparece junto al Valle del río Corneja, a los pies de la Sierra de Ávila. Se trata de un pueblo bastante desconocido que fue elegido como lugar de descanso por reyes y obispos y alcanzó una posición privilegiada en los siglos XIV y XV.
Fue gracias a personajes que han dejado huella como Alonso de Madrigal, Juan de Carvajal y quien la dio nombre: Juan de Bonilla, franciscano, escritor y prior. Bonilla de la Sierra era calificada como Villa Episcopal.
Podemos empezar por su muralla (en la imagen superior), seguir por la plaza de la Villa, para conocer después la Colegiata de San Martín de Tours, la joya de esta localidad. De primera mitad del siglo XV, es un soberbio templo gótico (foto inferior), de una sola y ancha nave, con sus gárgolas y salientes estribos, que refleja el rico pasado medieval de la localidad.
También merece la pena la visita al Pozo de Santa Bárbara y el Castillo de los Obispos de Ávila, cuyo origen se remonta al siglo XII.
Y ya que hemos venido hasta Bonilla de la Sierra, quedan cerca la mencionada Piedrahita, El Barco de Ávila o Arenas de San Pedro.
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