Mariana Flores Melo - Portugal de lujo: ruta exclusiva por la costa del Algarve al final del Guadiana

Nuestro plan será recorrer la línea costera que va desde Vila Real de San Antonio, en la desembocadura del Guadiana, hasta Sagres, en el extremo más suroccidental de Portugal, muy cerca ya del cabo de San Vicente. Nos alojaremos en dos de los mejores establecimientos portugueses de la una de las asociaciones hosteleras más prestigiosas del mundo, Relais&Châteaux; comeremos en uno de los más conocidos restaurantes con estrella Michelin del país vecino y disfrutaremos de algunos de los entornos naturales y lugares históricos más emblemáticos de la zona.

Los "felices años 20"

Nuestra primera base de operaciones será el que, en su día, fue el primer establecimiento hotelero abierto en el Algarve en 1926, el Grand House, un delicioso y exquisito hotel boutique estilo Belle Époque que, gracias a su decoración art déco, parece transportarte a los “felices años 20”; o hacerte sentir dentro de una antigua película policiaca, cuando al acercarte al mágico ambiente de su intemporal piano-bar de caoba, el conocido bartender del hotel, Vasco Martins,con una media sonrisa, a lo Humphrey Bogart, te ofrece un exquisito negroni.

El hotel Grand House, hoy en la cadena Relais&Châteaux, fue el primer establecimiento hotelero abierto en el Algarve, en el año 1926

Entrar al comedor es disfrutar, por otra parte, de una singular y doble experiencia; la primera, sentirse inmerso en algún sugerente lugar del sudeste asiático gracias a su muy conseguido y evocador interiorismo; la segunda experiencia será gastronómica, ya que el comedor del establecimiento lo es también del Grand Salón, un notable restaurante que ofrece una cocina con fuerte base en los productos de temporada y proximidad, y una cuidada e imaginativa elaboración. Sepia en su tinta al aroma de hinojo; arroz cremoso de carabinero y almejas con naranja y cilantro; lubina, tartar de tomate, guisantes y cerezas; cordero estofado en su jugo balsámico con legumbres crujientes… son algunos de los platos que, a buen seguro y no tardando mucho, colocarán a este restaurante, dirigido por el chef Fabio Silva Domingues, entre los próximos elegidos por la guía Michelin.

Estilo y autenticidad

Desde la terraza de la azotea del hotel, o desde los grandes ventanales de las luminosas y confortables habitaciones neocoloniales de Grand House se tienen algunas de las mejores vistas sobre el puerto deportivo. Al caer la tarde, o cuando más apetezca, puedes acercarte al nuevo club de playa del hotel y disfrutar de su piscina infinita, visualmente prolongada en la inmensidad atlántica. El establecimiento parece esforzarse constantemente en hacer buena la máxima de Marita Barth, directora de Grand House: “Nuestra aspiración es poder ofrecer a nuestros clientes la más perfecta combinación de estilo, autenticidad, simplicidad y alma”.

Grand House se encuentra en Vila Real de Santo Antonio, un antiguo pueblo de pescadores reconstruido a finales del siglo XVIII, después del terremoto de Lisboa. Vila Real de Santo Antonio es hoy una pulcra y encantadora población de tranquilas callejuelas empedradas y frescas y amplias plazas repletas de tiendecitas. A escasos kilómetros de esta pequeña ciudad hay otra población, Castro Marim, cuyo castillo-fortaleza merece visitarse; al igual que las salinas artesanales y las marismas pobladas de flamencos que rodean la villa.

Balcón a la naturaleza

Entre las actividades relacionadas con la naturaleza, resulta imprescindible conocer las tranquilas y kilométricas playas del entorno del estuario del Guadiana y, especialmente, disfrutar del Parque Natural da Ría Formosa, que, aparte de ser uno de los destinos ornitológicos más importantes de Europa, cuenta con parajes realmente únicos, ya que es un espectacular sistema de islas de barrera y lagunas comunicadas con el mar a través de varias ensenadas naturales; un auténtico espectáculo de arenales, dunas, marismas, humedales, avifauna...

Un balcón privilegiado desde el que contemplar el parque es la península de Cacela Velha. No se debe abandonar la zona sin visitar antes Tavira, un encantador pueblo pesquero que, entre otras cosas, conserva un interesante castillo y un magnífico puente romano.

Portimâo y la playa da Rocha

Después de pasar un par de días disfrutando de los privilegiados parajes naturales de la zona, realizando excursiones, practicando senderismo y algún que otro deporte acuático, cambiamos de centro de operaciones y nos dirigimos a Portimão para alojarnos en Bela Vista, el otro Relais&Châteaux de la zona. Bela Vista está situado en un antiguo palacete de 1918, emplazado en una pequeña colina que domina la Praia da Rocha. Casi con toda seguridad Bela Vista es el establecimiento hotelero más sofisticado y exclusivo del extremo suroccidental de Portugal. Un hotel dirigido por el joven profesional Gonzalo Narciso que, además y también, es el nuevo responsable de la prestigiosa asociación hotelera internacional para España y Portugal.

Bela Vista posee un Spa verdaderamente excepcional de L´Occitane, en el que te puedes regalar toda clase de masajes y tratamientos para relajar y tonificar cuerpo y alma. Cada una de sus 38 habitaciones está decorada de manera diferente y exquisita; y sus espacios comunes parecen verdaderos decorados, especialmente su deslumbrante oyster bar. Bela Vista cuenta, además, con Vista, uno de los pocos restaurantes portugueses con estrella Michelin; su chef, João Oliveira, confecciona un original menú basado exclusivamente en productos del mar y que marida con vinos portugueses de distintas denominaciones (Colares, Açores, Vinos Verdes, Alentejo, Madeira, Carcavelos…).

El menú degustación que pudimos disfrutar incluía, como entrantes, almejas con cilantro y Alvariño, y atún madurado con algas. Como platos principales, jurel negro al ajo blanco; caballa de las Azores con aceituna verde; carabinero con tomates orgánicos; rodaballo, ostras viejas de Alvor y coliflor; pan biológico, aceite, mantequilla y anchoas; lenguado y calamar… Un menú sencillo, pero sutilmente elaborado y lleno de los genuinos sabores de los productos del mar. Cuando le recordamos a João sus merecidos reconocimientos profesionales, nos comenta que “mi mayor premio es ver salir a mis clientes con ganas de volver”.

Bela Vista cumple, sin duda, uno de los lemas que parece tener Gonzalo Narciso: “Nuestro objetivo es interpretar los deseos de nuestros clientes y hacérselos sencillamente realidad antes de que los pidan”.

En los confines de la Península Ibérica

La zona se presta para poder hacer un sinfín de planes, desde excursiones en barco para conocer las impresionantes formaciones rocosas, algares y cuevas de Benagil y del Monumento Natural de Ponta da Piedade hasta practicar pesca deportiva o visitar las fortalezas de Santa Catarina, en Portimão, o la de São João, en Ferragudo. Una interesante ruta histórico-monumental debería incluir obligadas visitas a Alvor, localidad de orígenes fenicios y cartagineses, con importante castillo árabe y, en tiempos, equiparada, por su grandeza y suntuosidad, con Lisboa, Sevilla y Córdoba; y, por supuesto, Sagres, parando antes en el mirador de São Sebastião para disfrutar de la imponente vista que se tiene desde él. Sagres fue un enclave fundamental en la época de los descubrimientos; su fortaleza defensiva fue levantada por Enrique “El Navegante” y saqueada más tarde por el pirata Drake. Sagres también es un destino obligado para los amantes del surf gracias a los fuertes vientos que soplan en su litoral.

La ruta de los Siete Valles Colgantes fue reconocida en 2019 por European Best Destinations como el mejor destino europeo para practicar senderismo

Dependiendo del tiempo del que dispongas y de tus inquietudes o aficiones, puedes llegar al cabo de San Vicente, el extremo más suroccidental de la Península Ibérica; visitar Monchique y recorrer el antiguo sendero de los Molinos o, por ejemplo, decidirte por disfrutar de la ruta de los Siete Valles Colgantes, reconocida en 2019 por European Best Destinations como el mejor destino europeo para practicar senderismo.

Opciones de turismo activo

Este conocido camino se extiende a lo largo de los acantilados costeros, cruzando los siete valles (de ahí su nombre) que separan la playa de Vale Centeanes y la de Marinha. Toda la zona ofrece innumerables opciones para la observación de aves, vuelos panorámicos en globo, deportes y actividades acuáticas, senderismo, recorridos de centros histórico-artísticos, reconfortantes experiencias gastronómicas… Más allá de sus populosos y conocidos destinos playeros, el Algarve encierra lugares de verdadera excepción y singulares establecimientos hosteleros en los que vivir experiencias realmente únicas. visitalgarve.pt



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