Mariana Flores Melo - Hoteles increíbles donde dormir de forma extrema: habitaciones de hielo, submarinas o colgadas en las montañas
Hospedarse en un hotel no siempre es sinónimo de relax. Existen algunos alojamientos que nos subirán la adrenalina al máximo con sus curiosas instalaciones. Dormir a 400 metros del suelo, pasar la noche en pleno círculo polar ártico o incluso en una cama debajo del mar.
Lugares así son solo aptos para los más aventureros, para los que buscan una experiencia totalmente diferente y alejada de los viajes convencionales. Desde Perú, hasta Suecia, pasando por Tanzania, nos adentramos en los hoteles más sorprendentes, únicos y extremos.
Natura Vive: durmiendo sobre el abismo
Una enorme pared rocosa totalmente vertical y unas pequeñas capsulas acristaladas. Con estos elementos se ha creado uno de los alojamientos más impresionantes del mundo. En pleno Valle Sagrado, en los Andes peruanos, encontramos las habitaciones colgantes de Natura Vive, donde dormiremos con un abismo de 400 metros bajo nuestros pies. Todo ello bajo una filosofía muy clara: “compartir la experiencia de la montaña con cualquier persona”, detallan a 20minutos desde Natura Vive.
Estas habitaciones o Módulos de Vivienda Vertical, como ellos les llaman, son totalmente trasparentes, lo que nos permite disfrutar de las vistas en su máximo esplendor. Y aunque parezcan pequeñas, en el interior no falta lo necesario para una estancia cómoda, y es que cuentan con camas, mesas desplegables y baño privado. Igualmente, tienen conductos de ventilación y paneles fotovoltaicos para la iluminación.
Podemos elegir entre las acomodaciones Skylodge o Starlodge. La primera está formada por tres módulos con capacidad para cuatro personas cada uno. Para llegar hasta ellos, tendremos que hacer una vía ferrata o bien seguir un camino de zipline. Y la bajada no es menos vertiginosa, las opciones son hacer un rappel o continuar el circuito de zipline hasta abajo. “La única forma de entrar y salir es por la escotilla de la parte superior del módulo”, explican.
Por otro lado, si elegimos las habitaciones Starlodge (seis cápsulas con capacidad para cuatro personas), no tendremos que escalar la montaña, sino simplemente hacer un ascenso fácil con un sistema de escaleras y vía ferrata. Y por si fuera poco, desde aquí podremos cruzar un puente tibetano que nos llevará hasta un spa al aire libre. Admirar el esplendor del Valle Sagrado desde unos relajantes jacuzzis de madera es algo simplemente mágico.
The Manta Resort: cuando los peces son nuestros vecinos
En una pequeña y desconocida isla de Tanzania, el maravilloso Manta Resort nos espera con una increíble habitación que nos dejará durmiendo con los peces (en el buen sentido). Esta curiosa estancia se alza sobre las aguas del Índico con tres espacios diferenciados. El primero, al nivel del mar, es donde se ubica el salón y el baño. De ahí, unas escaleras nos llevan hasta el tejado, donde podremos tomar el sol por el día y admirar el firmamento estrellado por la noche.
Pero es en la planta de abajo donde nos espera la verdadera magia. Allí, tan solo unos paneles de cristal nos separan del mar y todos sus habitantes, y nos brindan una panorámica de prácticamente 360 grados desde la propia cama. “Algunos peces se han instalado alrededor de la habitación, como por ejemplo tres peces murciélago y un pez trompeta llamado Nick, que parece estar mirando siempre hacia adentro”, nos comentan desde el hotel. Además, por las noches, unos focos colocados debajo de las ventanas, atraen a otras especies marinas como calamares o pulpos.
Para llegar hasta la estancia submarina, primero deberemos tomar un barco tradicional de madera. “La habitación se encuentra a unos 250 metros de la orilla y el trayecto dura unos dos minutos”, detallan. Además, para disfrutar aún más del entorno, los clientes disponen de un kayak y gafas y aletas para hacer esnórquel y explorar el arrecife de coral.
Ice Hotel: una experiencia bajo cero
Con la llegada del invierno, las aguas del meandro del río Torne, al norte de Suecia, detienen su marcha y quedan congeladas por completo. Y con los bloques de hielo que se extraen del lugar, es con lo que se construye el Ice Hotel cada año. Un grupo de apasionados artistas se reúne en el pueblo de Jukkasjäarvi, a 200 kilómetros al norte del Ártico, y se encargan de crear esta maravilla helada, una versión totalmente única cada temporada.
Con la llegada de la primavera, las habitaciones de hielo se derriten, pero el hotel también dispone de una zona permanente de 2.100 metros cuadrados que puede ser disfrutada todo el año y donde también hay estancias de hielo y nieve, un bar y una galería de hielo para eventos. “La temperatura interior se establece en unos -5ºC constantes y la planta frigorífica que se asegura de que el hotel se mantenga fresco durante el verano es alimentado por energía de paneles solares”, explican desde el hotel.
La temperatura del Ártico es extrema, pero en el interior de las habitaciones de hielo los clientes dispondrán de todo lo necesario para pasar la noche sin congelarse en el intento, ya que incluso la cama está hecha de hielo. Por ejemplo, a su llegada, los huéspedes reciben “una instrucción sobre cómo vestirse apropiadamente y cómo hacer la cama con los sacos de dormir”, detallan. Esos sacos están preparados para aguantar cifras de hasta -25° C, aunque la temperatura dentro del hotel nunca cae por debajo de -5° C.
Además, para completar la experiencia, desde Ice Hotel ofrecen una gran cantidad de actividades para disfrutar del maravilloso entorno que rodea el alojamiento. Excursiones en trineos tirados por perros, rutas nocturnas para ver la aurora boreal o tours en barco por el río bajo el sol de medianoche son solo algunas de las opciones.
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