Mariana Flores Melo - Valle de las Batuecas, secreto "lugar de felicidad" en el sur de Salamanca
Estamos en el sur de la provincia de Salamanca, casi asomados a la de Cáceres. Aquí aparece el Parque natural de Las Batuecas, en la Sierra de Francia. Se trata de un valle casi secreto, protegido por escarpadas montañas y donde se localiza un bello bosque de carácter mediterráneo.
Lope de Vega se refirió a las Batuecas como “perpetuo lugar de felicidad”. Por eso también, el diccionario de la Real Academia dice que "estar en Las Batuecas" es estar distraído y ajeno a aquello de que se trata: es decir, absorto y embelesado.
Como dice la web de turismo de Castilla y León, son sensaciones que se siguen sintiendo en este lugar casi escondido. El Valle de las Batuecas es un valle mágico. Su orografía intrincada, rodeado de las cumbres de la Sierra de Francia, lo convirtió en refugio de la fauna local y hasta de eremitas.
Aquí está enclavado el monasterio carmelita del Desierto de San José (en la foto inferior), fundado a finales del siglo XVI. Cuenta con hospedería para quienes buscan disfrutar de un tiempo de recogimiento o serenidad... un lugar para desaparecer.
Si vamos con coche, se puede dejar en el aparcamiento existente, a unos 500 metros del monasterio. En su puerta comienza un recorrido a pie que se dirige hacia la cascada del Chorro, que permite observar la belleza paisajística de ese rincón del sur de Salamanca.
Además tenemos aquí valiosas pinturas rupestres del Neolítico. Tras cruzar las cristalinas aguas del río Batuecas, una pasarela remonta el curso del río hasta alcanzar las fascinantes pinturas rupestres, conservadas en diversos paneles y "canchales".
La presencia altiva del macho montés domina los altos de este territorio, declarado Reserva Regional de Caza. También se pueden contemplar el buitre negro y leonado, el águila real, el halcón peregrino o el búho real.
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