Mariana Flores Melo - Los 10 grandes jardines de Europa por los que pasear al menos una vez en la vida
Además de visitar monumentos, castillos, palacios u otras atracciones turísticas, son muchas las personas que prefieren la visita de jardines y similares que se encuentran al aire libre, donde poder pasear y estar en contacto con la naturaleza.
En Europa, y también en España, son muchos los países donde poder encontrar grandes y ceremoniosos jardines que merece la pena visitar, como mínimo, una vez en la vida. Así, quien tenga la posibilidad de ir a una de estas ciudades europeas, que no pierda la oportunidad de pasear por estas zonas ajardinadas.
Estatuas, fuentes, flores, setos podados... son muchos los lugares específicos en los que perderse dentro de los Jardines del Palacio Schönbrunn, en Viena, Austria. También hay un invernadero de palmeras y, en lo alto de los jardines, se encuentra La Glorieta, una construcción desde donde poder observar todos los jardines y tomar un café.
Otro lugar increíble donde quedar entusiasmado con la presencia de cientos de especies de tulipanes es el Keukenhof, un parque floral más grande del mundo. Se encuentra en Holanda y la mejor época para visitarlo es en primavera (en los meses de abril o mayo).
Los jardines de Claude Monet, en Giverny (Francia) son otro ejemplo de zona ajardinada europea donde disfrutar de un paseo entre las flores delante de la casa de Monet y las zonas de agua de estilo japonés. Se pueden adquirir entradas de visita guiada para entender cada rincón de estos jardines.
Con 45.000 metros cuadrados, los Jardines de Boboli, en Florencia (Italia) son la zona verde más grande de esta ciudad y un sitio que merece la pena visitar si se viaja a esta zona de la Toscana. A través de ellos, el paseo puede durar varias horas y en su recorrido se pueden observar fuentes, un lago, estatuas de mármol y, por supuesto, el Palacio Pitti.
Para aquellos que viajen a Reino Unido, es muy recomendable dedicar un tiempo de la visita para recorrer el Jardín de Glendurgan, perteneciente al National Trust. En él se puede encontrar un recorrido laberíntico entre setos, un lugar ideal para perderse paseando o en bici.
Varios palacios y un conjunto de jardines es la combinación ideal y obligada para pasar una tarde en San Petersburgo. Se trata de los jardines de Peterhof. Tanto los palacios como los jardines que los rodean constituyeron la residencia de los zares y son Patrimonio de la Humanidad.
El Palacio de Versalles, en Francia, se encuentra rodeado de otro de los jardines que merece la pena visitar: los Jardines de Versalles. El estanque con forma de cruz, las formas geométricas de los parterres de bordado y el Gran Canal son los elementos que hacen de esta zona un lugar magnífico por el que pasear.
España también tiene incontables zonas ajardinadas que merece la pena resaltar. Sin embargo, destacan los Jardines del Generalife, en Granada. Forman parte de una de las visitas obligadas de esta zona, ya que rodean la Alhambra y muestran el estilo árabe que también presenta esta edificación.
Si el Palacio de Nymphenburg es un lugar magnífico para contemplar el estilo barroco y donde dejarse sorprender por un interior de gran belleza, los exteriores, son aún más espectaculares. Los jardines del Palacio de Nymphenburg son de estilo inglés, aunque se encuentran en la ciudad de Múnich, en Alemania.
Por último, en un viaje a Berna, la capital de Suiza, no se puede perder la oportunidad de visitar el Rosengarten, una zona ajardinada que hace las veces de mirador, ya que desde este sitio se contempla una de las mejores vistas al casco histórico de la ciudad y al río Aare.
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