Mariana Flores Melo - Nueve cosas y una huerta que ver en Aranjuez, Madrid

Aranjuez es "lugar de excepcional valor universal". Lo decidió en 2015 la Unesco, dando así un paso más en su protección y reconocimiento. Esta ciudad, que fue residencia de monarcas y coto de caza, sigue siendo un magnífico destino para una escapada.

Felipe II mandó construir el Palacio Real de Aranjuez e hizo de esta villa su lugar predilecto de descanso. Hoy podemos admirar el palacio como la obra maestra que es, por haber sabido integrar la arquitectura y el medio natural con sus jardines neoclásicos.

El palacio ha sido restaurado varias veces. De este modo, el que hoy podemos ver corresponde al periodo Borbónico. En su interior descansa una completa colección de piezas barrocas como relojes, porcelanas o pinturas varias.

Pero lo maravilloso del Palacio de Aranjuez es cómo ha conseguido recrear paisajes en los que bosques y cursos de agua entran en simbiosis con jardines y palacios. Sin duda, los jardines son uno de sus bienes más preciados.

Ante la fachada del Palacio Real se encuentra el anglófilo Jardín del Parterre, con bellas esculturas en las fuentes. El Jardín de la Isla, se extiende entre el curso del Tajo y la Ría, mientras que el Jardín del Príncipe es más boscoso y afrancesado.

En este último jardín se encuentra el denominado estanque chinesco. Allí nos sorprenden dos cenadores. Uno es el clásico, de orden jónico y el otro, mucho más exótico, el llamado Pabellón Chinesco.

El conjunto palaciego lo completan el de Osuna, Medinaceli o Godoy. De la arquitectura sacra de Aranjuez hay que visitar el Convento de San Pascual y las iglesias de Alpajés y San Antonio.

En el resto de la villa destaca la barroca disposición de calles arboladas y amplias avenidas. Un trazado abierto que facilita el deleite visual con monumentos como la Fuente de la Mariblanca, el Teatro Real, la Casa de Oficios y Caballeros, el Mercado de Abastos o las Cocheras de la Reina Madre. Otro edificio ilustre es la estación de ferrocarril de estilo neomudéjar.

Aranjuez también ha sido desde siempre fértil tierra de labranza, como casi toda la comarca de Las Vegas. Algunos de sus huertos históricos son el Picotajo, el Legamarejo, Las Tejeras y La Flamenca.

En ellos brotan alcachofas, coles, ciruelas claudias, peras reales, manzanas y un sinfín de bayas y hierbas valoradas por la alta cocina, como la coruja o la verdolaga.

Los espárragos de Aranjuez, conocidos con el sobrenombre de pericos, se caracterizan por su color verde intenso, por lo que se les confunde a menudo con los trigueros. Si es posible, no hay que despedirse del Real Sitio sin degustar sus fresas. Fueron introducidas por los Borbones desde Francia y hoy se disfrutan en el Tren de la Fresa (que volverá cuando la pandemia pase).



via Fuente

Entradas populares de este blog

Mariana Flores Melo - No te hagas fotos en el nuevo barrio de Nueva York: sus dueños tienen los derechos sobre cualquier imagen

Mariana Flores Melo - 10 balnearios al aire libre en España

Mariana Flores Melo - Los balnearios al aire libre más bonitos de España con aguas termales para mimar a tu cuerpo