Cinco rutas ciclistas para recorrer Asturias

Dice la web oficial de turismo del Principado que "Asturias es honesta, auténtica, vital, respetuosa con el pasado y con el presente, servicial, valiente, acogedora, moderna y cosmopolita". Tal vez lo resume mejor su lema: Asturias, paraiso natural.

Tierra de contrastes, del mar a la montaña, y de todos los tonos posibles del verde, Asturias es un verdadero paraíso para el senderista y el ciclista. Lo es por su orografía y por sus paisajes, los de la costa y los de la montaña.

Esta vez nos fijamos en sus rutas para hacer en bicicleta, muchas para bici de montaña, pero no todas. Estas son cinco buenas rutas ciclistas para recorrer Asturias.

Esta ruta, eminentemente ciclo-cultural, invita a conocer una parte interesante de la arquitectura palaciega en la zona de Siero. Son edificaciones privadas y sólo se podrán visitar desde el exterior. Discurre por carreteras secundarias y es apta para todo tipo de bicicletas. El recorrido es un "sube y baja" más o menos constante pero agradable de pedalear.

Desde Nava se toma dirección a Llames, Villamartín y El Remedio. Se sigue hacia Lieres y Feleches. Ya en Aramil de los Caballeros, se puede visitar la iglesia de San Esteban de Aramil. En Vigil, se puede ver la torre de los Vigil. Seguimos hasta Fonciellu, donde se encuentra la casa-molino de Fonciellu. Poco después es posible reponer fuerzas en el Santuario de la Ermita de la Virgen de la Cabeza, a orillas del río Nora. La siguiente parada es el molino de Meres. Se sigue hasta el Palacio de Meres y la capilla anexa de Santa Ana. Sólo resta cruzar Granda y llegar a Colloto, punto final de la ruta.

Ruta circular y apta para todo tipo de bicicletas, discurre por entorno urbano, sendas verdes y carreteras con poco tráfico. Salimos de la estación de Llamaquique en Oviedo hasta el Parque de Invierno. Por la senda de Fuso, llegamos al desvío de La Manjoya. Bordeando una parte del Bosque de La Zoreda hay que dirigirse hacia el pueblo de Picuyanza y después hacia La Manzaneda. Se baja por esta empinada carretera hasta llegar a Olloniego. Merece la pena parar a ver el Conjunto Histórico de Olloniego. Seguiremos pedaleando a la vera del río Nalón.

Desde el alto de Las Segadas se desciende a Bueño; después Palomar, Puerto, Caces y Las Caldas, villa-balneario y donde hay que ver el castillo. La ruta nos lleva hasta la Cueva de La Lluera. Se vuelve a Las Caldas para enlazar con la senda de Oviedo-Fuso, en la cual empezamos... y vuelta a Oviedo.

Este tramo discurre entre las sierras de Los Curones (a la izquierda) y la del Monte Mouro (a la derecha). Se sale de Arriondas en dirección a Colunga. Subimos el alto de Las Coronas, el punto de mayor esfuerzo físico. Tras pasar Calabrez, comienza la siguiente subida, mucho más suave. Estamos en plena Reserva Natural Parcial de Cueva Rosa. De ahí, hasta El Carmen en donde se pueden disfrutar las primeras vistas al mar Cantábrico.

Seguimos hasta Ribadesella, tramo de fácil pedaleo, como todo el camino hasta Arriondas. Atravesamos La Cuevona y sus bellas estalactitas, estalagmitas y coladas. Se cruza el río Sella y se sigue hasta llegar a Triongo. Ya en el otro lado del río, por la carretera PR-1, pasamos por Bode y llegamos a Arriondas, punto final de esta ruta.

Esta ruta, que comparte varios tramos con el camino de Santiago del Salvador, sale de Campomanes hacia la iglesia/ermita prerrománica de Santa Cristina de Lena. Pasamos por el pueblo de La Cobertoria y acompañados del río se llega a las cercanías de Pola de Lena. La ruta continúa por la carretera AS-242 hasta desviarse por el puente de Senriella. La senda avanza y lleva hasta la entrada de Ujo.

Sigue la localidad de Figaredo, punto de inicio y fin de este tramo de la ruta donde se va a ascender, para después descender, la cuenca del río Turón, usando la senda verde del valle de Turón. Todo el trazado está salpicado de antiguas explotaciones mineras de carbón. Al final del ascenso se llega a la explanada del Pozo Fortuna. De nuevo hasta Figaredo y hasta Mieres. Podemos acabar aquí o por la senda que lleva al pueblo de Ablaña.

Es una ruta no es apta para cualquier bicicleta ni para cualquier persona. Es exigente. Se parte de Muros de Nalón hasta La Vana, donde se coge el camino de Santiago del Norte (que se toma y se deja en varias ocasiones) para entrar en El Pito, pueblo que alberga la impresionante Quinta de Los Selgas. La ruta prosigue hacia Piñera y Artedo. Desde esta villa, se comienza a remontar los casi 3 kilómetros que hay hasta San Martín de Luiña.

La ruta se desvía hasta San Cosme y por caminos rurales hasta Práramo y Soto de Luiña. Se asciende hasta el faro del Cabo Vidío. Hay varios miradores para disfrutar de las vistas de los acantilados. Se vuelve a Soto de Luiña por un trazado alternativo al de la ida, y tras pasar dicho pueblo la ruta continúa hasta la playa de la Concha de Artedo. Si queremos, seguimos hasta Cudillero, punto final de la ruta.



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