Mariana Flores Melo - De las toallas al comentario negativo en redes: cómo cambia la picaresca en los hoteles

EFE

  • Las toallas siguen siendo un clásico entre los objetos que algunos clientes deciden llevarse de recuerdo de los hoteles.
  • Ahora la “estrella” es la amenaza de escribir un comentario negativo en redes sociales para conseguir un descuento en la estancia.
  • Otros clásicos: colar a más personas a dormir o desayunar y comer varios cuando sólo lo ha contratado uno de los huéspedes.

Habitación de hotel

La picaresca de los huéspedes en los hoteles –a la hora de llevarse algo que no es nuestro– cambia con los tiempos. Internet ha revolucionado el turismo y no solo por la facilidad para organizar directamente los viajes e informarse previamente de los destinos, sino por la posibilidad de compartir experiencias con otros usuarios. Como explica el vicepresidente de la Asociación de Empresarios Hoteleros de la Costa del Sol (Aehcos), Francisco Moro, de esa una ventaja algunos avispados quieren sacar partido.

La amenaza de un comentario negativo en las redes sociales es una “moda” para intentar que la estancia les resulte más barata. Normalmente son quejas sin fundamento y los clientes desisten cuando el personal del establecimiento les dice que sigan adelante si lo desean con el comentario. Con el mismo fin de lograr una rebaja, otros se quejan de que la camarera no les haya hecho la habitación cuando regresan porque alegan “que les ha roto el descanso”, o de que no haya piscina en su hotel aunque en ningún caso se haya publicitado este equipamiento porque supone una “decepción” en sus expectativas.

Siguen siendo clásicos de la picaresca hotelera que se cuelen más personas a dormir de las que figuran en la reserva sin pagar la diferencia, que desayunen gratis algunos clientes cuando sólo se ha contratado el desayuno para uno de los huéspedes de la habitación, o que accedan al restaurante con el mismo fin los inquilinos de los apartamentos cercanos al establecimiento.

Uno de los “trucos” en el pago consistía en hacer la reserva a nombre de una persona pero abonarla con la tarjeta de crédito de otra, que después alegaba que no había estado allí y lograba así que la entidad emisora de la tarjeta anulase la operación. Para evitarlo, si otra persona distinta de la que se aloja efectúa el pago, ahora se exige una copia de su tarjeta, el DNI y un escrito en el que autoriza el cargo, según Moro. Igual de precavidos son ya los recepcionistas cuando piden a los turistas que abonen sus gastos al final de su estancia, pues se han dado casos en los que piden que les guarden las maletas para sacar dinero del cajero y aún no han vuelto.

Hay otros clientes que deciden ahorrar en su economía doméstica a la vuelta de sus vacaciones y se llevan desde los mandos de la televisión a las pilas que contienen, las bombillas de bajo consumo de la habitación o las cucharillas de café. Hasta hay quien se enamora del jarrón con flores de plástico del baño, el reluciente termo del desayuno o la bonita tetera del servicio de habitaciones y decide incorporarlos a su hogar.

Habitación con vistas taurinas

La picaresca también da para anécdotas, como la de un extranjero que se alojó en otoño de 2014 en una habitación del hotel Maestranza con vistas a la plaza de toros y después quería que le invitaran “en compensación” porque decía ser antitaurino. El hotel le respondió que no podía acceder a su pretensión porque podría volver a tener una habitación orientada hacia el coso taurino y no sabía cuántos fines de semana iba a tardar en compensarle.

Los hoteles han aprendido de otras prácticas fraudulentas relativas a los pagos o la de rellenar las botellitas de ginebra o whisky del minibar con agua y orina, respectivamente, algo que casi ha desaparecido.



via Fuente

Entradas populares de este blog

Mariana Flores Melo - No te hagas fotos en el nuevo barrio de Nueva York: sus dueños tienen los derechos sobre cualquier imagen

Mariana Flores Melo - 10 balnearios al aire libre en España

Mariana Flores Melo - Los balnearios al aire libre más bonitos de España con aguas termales para mimar a tu cuerpo