Una decena de cosas que ver en la valenciana Cullera
Es un clásico de las localidades turísticas de Valencia. Cullera es bonita, playera y está a una adecuada distancia de la capital: ni cerca ni lejos. Además, está bien comunicada con Madrid y Barcelona.
El faro de Cullera marca el final de la franja litoral que viene de la Albufera y corona la Serra de les Rabosses. Alrededor de la Muntanya d lÓr y de la desembocadura del río Júcar ha crecido una ciudad que combina su cuidado casco histórico con las urbanizaciones dedicadas al ocio de sol y playa.
Esta son diez cosas o más que ver en la valenciana Cullera.
La calidad de sus aguas y las agradables temperaturas de las que disfruta todo el año hacen de Cullera un destino ideal para los que quieren disfrutar del Mediterráneo. Sus 11 playas son su primer atractivo.
Son en total más de 13 kilómetros de playas y acantilados. Se distinguen por la variedad de sus ecosistemas e instalaciones. Las Playas del Racó (en la foto) y San Antonio son playas urbanas con todo tipo de servicios y más concurridas, mientras que la playa del Faro es la más apetecible para el buceo y la pesca.
La playa de Mareny de Sant Llorenç tiene algo más de 3 kilómetros y es de aguas cristalinas. Su mayor atractivo es su gran duna. A su lado está la playa del Dosel, al norte de la zona rocosa del Faro de Cullera. Está ya en el Parque Natural de la Albufera, lo que garantiza su belleza.
Es imprescindible ascender por el Camino del Calvario hasta el Castillo de Cullera para ver la desembocadura del Júcar y el paisaje colindante. Está en el punto más alto de la ciudad. Su estratégica situación permitía controlar desde esta atalaya natural tanto el litoral como la comarca circundante.
Junto al castillo está el Santuario de la Virgen de la Encarnación. Popularmente conocido por su nombre en valenciano Mare de Deu del Castell, es un edificio decimonónico de arquitectura neobizantina.
El conjunto que forman el castillo y el santuario lo completan la ermita de Santa Ana y la Torre de la Reina Mora.
El faro de Cullera y la cueva de Dragut esperan al viajero en el otro extremo de la montaña. Aquí regresamos a la época de los piratas, que en el siglo XVI asolaban la costa. Este capítulo de la historia se recrea todos los años (como muestra la foto). En esta cueva museo se puede admirar una capilla gótica, ampliada en el siglo XVII.
Cullera está, además, rodeada de lagunas de agua dulce, entre las que destaca el Estany Gran. Aquí los amantes de la pesca deportiva podrán disfrutar de su actividad favorita y degustar alguna de las delicias que preparan en los establecimientos cercanos.
No hay que olvidar la exquisita gastronomía valenciana, en la que el arroz y los productos del mar y la huerta componen sabrosos platos. La paella valenciana de mariscos, de verduras, all-i-pebre, arroz al horno, arroz caldoso, arroz negro o amb fesols i naps son algunas de las especialidades de la zona.
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