Mariana Flores Melo - Una decena de cosas que ver en Almagro, Ciudad Real
Declarada Conjunto Histórico Artístico, la ciudad entera nos envuelve en cultura, arte, tradición y sabor castellano. Lo primero que de Almagro nos viene a la mente es su Corral de Comedias. Pero, pese a su importancia, esta localidad ciudadrealeña no es sólo teatro.
Una ruta por Almagro tiene que partir de su Plaza Mayor. Se concentran aquí sus emblemas: el Ayuntamiento, el Museo Nacional del Teatro y el mencionado Corral de Comedias. De aquí salimos para recorrer una decena de cosas que ver en Almagro.
Tiene una característica poco frecuente: las galerías de los edificios que hay en ella están acristaladas. Comenzó siendo una plaza castellana, bastante parecida a lo que ahora es el Corral de Comedias. El estado actual se debe al cambio sufrido a finales del siglo XIX y principios del XX. Su estructura la conforman tres plantas formadas por soportales en la zona más baja, y dos plantas sobre ellos acristaladas.
La otra parte de la plaza es la correspondiente a los jardines y la escultura ecuestre de Diego de Almagro. La propia plaza se convierte en escenario durante la celebración del Festival Internacional de Teatro de Almagro.
Es, en buena medida, el icono de la ciudad. Es el único corral de comedias que se ha mantenido intacto y en activo desde principios del siglo XVII, desde el Siglo de Oro, hasta nuestros días. Mantiene todas sus partes: zaguán, alojería, patio, cazuela, galerías y tablado, así como una intensa actividad que hace crecer la ciudad, especialmente durante el Festival Internacional de Teatro Clásico. Se caracteriza por la pintura de sus pies derechos de madera en color "almagre", la cual contrasta bellamente con el blanco de las paredes.
Lo que destaca es su perfecta traza. Siguiendo por la calle de las Nieves son dos bellos ejemplos del siglo XVI las portadas de los banqueros alemanes Welser y la del factor Juan Xedler. Al final de esa calle, la Casa del Prior y una Casa Palacio perteneciente a la familia de los Oviedo. En la calle San Agustín, el Palacio de los Medrano, del XVI. En la Plaza de Santo Domingo, el Palacio de los Marqueses de Torremejía y el Palacio de los Condes de Valdeparaiso del siglo XVII.
El palacio es como los palacios madrileños del siglo XVII, barroco, compuesto por un cuerpo central y dos torres a los lados. En su exterior destaca la portada, compuesta por dos cuerpos. El interior se abre mediante un zaguán que da acceso al patio de dos plantas, porticado en la inferior. Restaurado, no sin bastante polémica, actualmente es sede de congresos, simposium, conferencias, etc.
Construido a mediados del siglo XIX por necesidades de la población, que echaban de menos un lugar donde disfrutar de este tipo de espectáculos. En él se celebran actividades teatrales, conciertos y conferencias, además de ser uno de los espacios teatrales del Festival Internacional de Teatro Clásico. Tiene planta elíptica y tres plantas. La decoración es de tipo greco-romano, a base de guirnaldas en los palcos.
Se trata de una iglesia barroca (siglo XVIII) de las denominadas de tipo "jesuítico" y en la que destacan en su interior las pinturas al fresco relacionadas con la vida de San Agustín. Destaca especialmente la cúpula del crucero, de la que se podría decir que es un "encaje", al no dejar prácticamente ningún hueco vacío de pintura.
Fue mandado edificar como almacén y oficinas por la familia Fúcares, banqueros del emperador Carlos V, en el siglo XVI. El edificio, bastante sobrio, está formado por un zaguán de entrada que da paso al patio de dos plantas y alrededor del cual se ubican las distintas dependencias. Tras la marcha de los Fúcares tuvo distintos usos. En la actualidad es sede de la Universidad Popular de Almagro y uno de los espacios escénicos del Festival Internacional de Teatro Clásico.
Es la sede fija de la Compañía Nacional de Teatro Clásico desde 1994. El edificio fue construido originalmente en el siglo XVII por iniciativa de la cofradía de la Virgen de los Llanos y regentado por frailes de San Juan de Dios dedicados a actividades hospitalarias hasta finales del siglo XVIII. Posteriormente fue utilizado como bodega hasta su rehabilitación como espacio teatral.
En el entorno natural de Almagro, podemos acercarnos a espacios naturales de gran belleza como el Parque Nacional de Las Tablas de Daimiel (foto de arriba), el Parque Nacional de Cabañeros o el Parque Natural de Las Lagunas de Ruidera (foto de abajo). Son espacios naturales protegidos, pero podemos hacer senderismo, observación de aves, visitas guiadas y visitas en 4x4.
via Fuente
