Mariana Flores Melo - Cinco escapadas por la España interior para hacer en septiembre

El turismo de interior (no siempre rural) ha ido ganando presencia en los últimos años. Cada vez más personas hacen su escapada hacia dentro, lejos de las playas y los destinos más turísticos. Naturaleza, patrimonio cultural y gastronomía son sus grandes atractivos.

Una de las formas más populares de hacer ese turismo de interior, cuando descartamos las ciudades, es el senderismo. Caminos con mucho encanto, vistas espectaculares, lugares de interés turístico y todo beneficioso para la salud. Skyscanner sugiere estas cinco escapadas por la España interior.

El afluente del río Duero ha conformado un cañón que lo hace uno de los paisajes más impresionantes de España. Una buena manera de empezar a recorrerlo es llegar a la Ermita de San Frutos. Esta es una construcción románica del siglo XII ubicada en uno de sus imponentes acantilados, componiendo una estampa que quita la respiración.

Los farallones rocosos de más de 100 metros de desnivel son el hogar de la mayor concentración de buitre leonado de Europa. No hace falta tener mucha suerte para ver a estas majestuosas aves sobrevolando el cañón.

Existen varias rutas desde las que puedes tener otra perspectiva de las Hoces del Duratón, como el sendero de La Molinilla. Nos permite acercarnos al río y darnos un chapuzón, además de descubrir alguna de las cuevas de la zona, como la Cueva de los Siete Altares. Otra buena manera es hacer excursiones en piragua por el cañón. Si vas con pequeños, puedes alquilar una de las barcas a pedales con tobogán.

Cuando el hambre apriete, podemos acercanos a la vecina Sepúlveda, uno de los pueblos más bonitos de España.

Este también es uno de los pueblos más bellos de España. Abrazada por una muralla del siglo XIV, Albarracín se sitúa en las faldas de una montaña. Toca perderse por su intrincado trazado medieval, que se compone de plazuelas, escalinatas, pasadizos, caserones señoriales e iglesias por las que parece que no ha pasado el tiempo.

Sus casas de yeso rojo, producido con la arenisca de los Pinares de Rodeno, parecen aguantar como por arte de magia ante una posible caída hacia el vertiginoso tajo. Si las piernas pueden con más, hay que hacer una ruta por las murallas, que brindan vistas increíbles del pueblo y su entorno.

Hay mucho más que ver en Teruel. Desde castillos y torres mudéjares hasta grutas e innumerables rutas de senderismo para recargar las pilas y empezar bien la semana.

Es el mayor espacio protegido de España. Debido a diferencias de altitud de sus picos, entre 460 y 2.100 metros sobre el nivel del mar, podrenos disfrutar de una vegetación muy diferente. Es un lugar ideal para los amantes del senderismo.

Larga y exigente es la ruta del Río Barbosa, de casi 22 kilómetros. Recorremos un buen tramo del afluente del Guadalquivir a través del sendero y los coquetos puentes de madera que lo cruzan. Es lo que se conoce como la Cerrada de Elías, el tramo más popular de la ruta. Es perfecto para darse un chapuzón.

Si vamos con niños, podemos hacer una ruta liviana, como la Cerrada del Utrero. Se trata de una sencilla senda circular junto al río Guadalquivir en la que, con un poco de suerte, veremos el vuelo de los buitres.

También podemos admirar el entorno natural de la sierra de Cazorla en sus miradores, visitando el Puerto de las Palomas o el Rincón de Zabaleta. Podremos ver tanto la arrolladora naturaleza como los pueblos blancos.

Declarado Patrimonio de la Humanidad por Unesco en 1997, este monumento natural es el resultado de haber sido la mina de oro al aire libre más grande explotada durante el Imperio romano. Es apasionante caminar por sus senderos, contemplando los imponentes farallones rojizos y los restos de los trabajos que se practicaron hace más de 2.000 años.

Para visitar Las Médulas, podemos contratar un guía en el centro de visitantes o hacer una ruta a nuestro aire. En todo caso hay que hacer el sendero de Las Valiñas. Esta es una ruta de poca dificultad que, en 3,5 kilómetros, nos llevará a conocer dos de los puntos más impresionantes.

Son La Cuevona y La Encantada; dos enormes galerías originadas por la extracción de oro llevada a cabo por los romanos. Tampoco podemos perder la oportunidad de contemplar la inmensidad de este paisaje desde el Mirador de Orellán.

Sin embargo, Las Médulas es solo una parte de todo lo que tiene que ofrecer la comarca de El Bierzo. Podemos descubrir pueblos pintorescos como Peñalba de Santiago, conocido por los tejados de pizarra de sus casas. Villafranca del Bierzo forma parte del Camino de Santiago y esconde lugares tan bonitos como el Castillo de Villafranca o la Colegiata de Santa María.

Podemos empezar por la villa medieval de Laguardia y caminar por sus calles empedradas contemplando las casas señoriales. Después, Elciego. Se trata de un encantador pueblo de apenas 1.000 habitantes, en el que parece que se ha detenido el tiempo. Todavía se puede admirar la arquitectura del siglo XVII en sus casas palacio.

Entre la sierra de Toloño y el río Ebro existen varios senderos para descubrir tesoros que datan del año 6.000 a.C. Podemos ver dólmenes. Los más conocidos son los de El Montecillo, La Chabola de la Hechicera y el del Alto de la Huesera.



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