Mariana Flores Melo - Mercados navideños de Alemania, siglos de tradición
EFE
- Alemania luce más de 150 mercadillos navideños, auténticos reclamos turísticos.
- Los de Núremberg, Dresde, Coburgo, Rostock, Monschau y Lindau son algunos de los mercados más atractivos del país.
Más de 150 mercadillos navideños se extienden por Alemania durante estas fiestas, espacios salpicados de puestecillos decorados con una sofisticada iluminación, en los que se pueden adquirir obras de artesanía, dulces navideños o especialidades regionales como el popular glühwein, vino caliente con especias.
De entre todos ellos, hay uno que marca la diferencia: el mercadillo navideño de Núremberg, que se celebra en pleno casco antiguo de la ciudad desde hace más de 400 años. Conocido como Christkindlesmarkt, este espacio, de ambiente medieval, brinda la posibilidad de disfrutar de marcas de la casa como el pan de especias original de la ciudad, las salchichas fritas tradicionales, o el ponche de ron en los más de 180 puestos con los que cuenta. Además, la música cobra protagonismo gracias a los distintos conciertos de villancicos que se realizan; y los más pequeños pueden disfrutar con atracciones como un tiovivo o un trenecito de vapor, además de pequeñas casitas que ofrecen comida y artículos navideños pensados para ellos.
También en la ciudad alemana de Dresde tiene lugar uno de los mercados navideños más antiguos de Europa. En el centro del Striezelmarkt, se alza la pirámide navideña más grande del mundo, según la Oficina de Turismo de Alemania, con catorce metros de altura. Aquí se ponen a disposición del público, distintos espacios como la casita de pan de especias, la de los cuentos, la panadería navideña, el cine de los duendes, o el teatro de títeres. Sin olvidarnos, claro, de los numerosos productos navideños y propuestas gastronómicas como el stollen (dulce típico) que se pueden degustar.
Otro de los mercados populares del país es el que se celebra en la histórica plaza mayor de Coburgo, conocida por su famosa fortaleza. En esta localidad, bañada por luces navideñas, se respira estos días una atmósfera única que permite contemplar a los artesanos trabajando en sus obras, las esculturas de hielo que se esculpen a la vista de los transeúntes, o los espectáculos de fuego. Por supuesto, también se pueden adquirir numerosos regalos navideños o saborear algunos de los productos locales.
Se suma a la lista el mercadillo de Navidad de Rostock, el “más grande del norte de Alemania”, que cuenta con cerca de 300 puestos repartidos por el centro histórico de la ciudad. Especial protagonismo tiene aquí su noria, la llamativa decoración navideña, y las delicias culinarias como el embutido ahumado, el pescado ahumado y los pastelillos rellenos de manteca de cerdo. Tampoco falta el stollen, que además se reparte entre los visitantes durante la inauguración del mercado.
Otra de las opciones que plantea el país germano es acercarse al mercadillo de Navidad de Monschau que dota de romanticismo la Marktplatz gracias a sus guirnaldas, abetos y la luz de las velas que invaden este espacio. En él, se puede disfrutar de la música de los trompetistas de la torre vestidos de época y de las agrupaciones de trompa alpina; además, claro está, de adquirir distintos productos propios de estas fiestas.
Y terminamos en la ciudad de Lindau, que cuenta con un ambiente festivo en el que los puestos adornados con motivos navideños, el susurro del lago Constanza o las impresionantes voces de agrupaciones musicales hacen el resto del trabajo. Ejemplos todos ellos de la magia de la Navidad y de las costumbres y tradiciones del país, que se han convertido en visitas imprescindibles durante estas fechas y que regalan al viajero una estampa auténticamente navideña.
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