Mariana Flores Melo - Un paseo por el Delta del Ebro, de lo humano y lo natural
20MINUTOS.ES
- El Delta es uno de los hábitats acuáticos más importantes del mediterráneo.
- Más del 35% de su superficie está protegida por la Red Natura 2000.
- Extensas playas moldean los 133 kilómetros de su litoral.
Extensas playas moldean los 133 kilómetros del litoral de Terres de l’Ebre, un paisaje donde se puede disfrutar de la naturaleza de muchas maneras: playas y montaña, bosques de ribera y dunas, arrozales y montañas que alcanzan los 1.400 metros. Desde la sierra del Montsià, Pàndols y Cavalls, Cardó hasta la Reserva Natural de Sebes y el Meandro de Flix en el río Ebro. Por algo, más del 35% de su superficie está protegida bajo la figura de Red Natura 2000.
El interés medioambiental de Terres de l’Ebre no acaba aquí, ya que alberga dos parques naturales: el Delta del Ebro y Els Ports, que son destinos imprescindibles para los aficionados a la ornitología. El Delta del Ebro, con sus 320 km2 de superficie, constituye uno de los hábitats acuáticos más importantes del mediterráneo occidental. Dunas, bahías, salinas y lagunas dan forma a una zona de una belleza paisajística incomparable. La riqueza de su fauna y flora lo hacen único y excepcional, las aves y las especies vegetales, tanto de ecosistemas líquidos salados como de agua dulce, son uno de los grandes atractivos de este marco incomparable.
Els Ports ofrece uno de los parajes protegidos más agrestes y extensos de toda Cataluña, configurando un macizo calcáreo de relieve escarpado y abrupto, refugio de especies protegidas como la cabra salvaje. Muchas aves viven y nidifican en Els Ports, destacando grandes rapaces como el buitre común o el águila calzada. Para los amantes de la naturaleza en estado puro o para aquellos que practican senderismo, Els Ports les aguarda increíbles sorpresa.
Todos estos espacios naturales ofrecen la posibilidad de realizar multitud de actividades y deportes de aventura como senderismo, cicloturismo, caiac, paseos a caballo o actividades náuticas como la vela o el submarinismo. Tampoco podemos olvidar el río Ebro. Navegar por su curso se ha convertido en una actividad lúdica que permite disfrutar del paisaje fluvial, de los frondosos bosques de ribera y de la tranquilidad que los rodea.
La oferta se centra, principalmente, en núcleos de población pequeños y medianos. Hoteles familiares, masías, barracas o antiguas casas páirales han estado rehabilitadas para acoger turistas interesados en descubrir las peculiaridades de la vida de payés, la gastronomía, la cultura y el rico patrimonio rural de las comarcas de l'Ebre.
Si de patrimonio cultural se trata, se puede optar por visitar pinturas prehistóricas declaradas Patrimonio de la Humanidad, fortificaciones imponentes construidas por árabes y templarios o los escenarios de la Batalla del Ebro que tuvieron lugar durante la Guerra Civil. Para cultura popular, podemos dar un paseo por los pueblos marineros o por las villas de montaña os ayudará a comprender el carácter de la gente.
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